Según un artículo publicado esta semana en ScienceDaily.com, científicos de la Universidad Carnegie Mellon, están trabajando en la identificación de nuevos materiales que ayuden a que hidrógeno sea más estable y barato que los combustibles fósiles.
La creciente preocupación por el calentamiento global ha llevado a los investigadores de Carnegie Mellon a investigar sobre nuevos materiales ligeros y de bajo coste que sirvan para el almacenamiento del hidrógeno.
«Actualmente, estamos estudiando el uso de híbridos metales, como los alanatos y los borohidruros, para encontrar materiales que puedan finalmente mejorar la eficacia de los vehículos de hidrógeno y frenar la contaminación», señala Sholl, profesor de ingeniería química y director de la investigación.
Básicamente, lo que Sholl y su equipo están intentando hacer es crear un nuevo material capaz de almacenar grandes cantidades de hidrógeno a modo de tanque de gas comprimido, pero que permita al mismo tiempo liberarlo fácilmente para alimentar las células de combustible de los vehículos del futuro.
Los coches impulsados por hidrógeno funcionan con pilas de combustible que combinan el hidrógeno con el oxígeno del aire para producir electricidad, siendo agua el único residuo emitido. Por el contrario, los motores que queman gasolina emiten contaminantes, como el dióxido de carbono, que producen el calentamiento global.
«El hidrógeno se podría obtener a partir de recursos nacionales y sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera», señala Sholl, cuya investigación, realizada en colaboración con el Prof. Karl Johnson, de la Universidad de Pittsburgh, está siendo financiada por el Ministerio de Energía de los EE.UU.
Pero una vez producido el hidrógeno, su transporte y almacenamiento plantea serios problemas, ya que como gas, requiere una gran cantidad de energía para poder comprimirlo en un volumen lo suficientemente pequeño para caber en un coche.
Sholl destaca que en su investigación se han utilizado métodos computacionales para analizar toda una serie de posibles materiales de almacenamiento, evitando lo que podría suponer una década de trabajo si se probaran todos esos materiales en el laboratorio.
Según él, su investigación ayudará a lograr un almacenamiento más eficaz del hidrógeno, reducirá los costes y servirá para que, finalmente, el hidrógeno reemplace a la gasolina como combustible.
Fuente: Science Daily