Los autores de un estudio, publicado en la revista Acta Paediatrica, estudiaron a 40 recién nacidos americanos y a 40 recién nacidos suecos para ver si podían distinguir entre sonidos de vocales en inglés y sueco.
Contaron el número de succiones que los bebés, de entre 7 y 75 horas, mientras escuchaban los sonidos de las vocales suecas e inglesas.
Cuanto más veces succionaban, menos sonidos reconocían. Los bebés tendían a chupar más rápido cuando oían los sonidos de las vocales en una lengua extranjera distinta a la que su madre hablaba.
Los bebés americanos succionaban más a menudo al escuchar sonidos de vocales suecas, y los bebés suecos succionaban más al oír las vocales inglesas, lo que sugiere que los bebés no las habían escuchado antes.
Como aprender tan rápidamente después del nacimiento es poco probable, los investigadores concluyeron, que la comprensión de los bebés de la diferencia entre los sonidos nativos y no nativos sólo podía atribuirse a un aprendizaje prenatal.
Moon C, Lagercrantz H y Kuhl PK. Acta Paediatrica (2013). Online.