Tengo que admitirlo, Enrique San Francisco me sorprendió. Acostumbrado a verle en los monólogos de la televisión, o breves intervenciones cuando de repente me encontré en la programación una obra protagonizada por el, me quede un poco tibio. San Francisco es uno de esos actores que tienen un estilo muy propio, y que llevan los personajes a su propio terreno a la hora de interpretarlos, y esto podía tener peligrosos resultados…
Pero tengo que admitirlo que me equivoqué. El montaje de «Se Quieren» le viene como anillo al dedo. No he tenido el gusto de leer el texto original (que ya tengo apuntado en mi lista de guiones para leer) pero Enrique consiguió hacer suyo el personaje del protagonista y moverse por el escenario con una seguridad y aplomo que no me esperaba…
Pero si una sorpresa fue Enrique, un descubrimiento fue Cristina Gallego. Yo creo que me enamoré de ella. Con todos mis respetos brillo por encima de todo y de todos. Cada movimiento, caga gesto exagerado, cada sonrisa, cada palabra… Todo fue acorde a su personaje, despertando en el público una sonrisa.
Y después de tres párrafos hablando de los protagonistas, llega el momento de hablar del texto. El título original es Ils s’aiment,escrito por la humorista Muriel Robin y el actor (que más tarde la protagonizaría) Pierre Palmade. La adaptación del texto corre a cargo del gran Miguel del Arco que le ha quitado cualquier toque francés que pudiera tener la obra.
Se quieren se podría decir que se trata de las típicas Matrimoniadas o Escenas de matrimonio pero con un texto más audaz y divertido, y con toques de humor más interesantes que los casposos que se pueden ver en televisión.
Un buen texto con su buena adaptación, dos brillantes actores… todo esto bajo una buena dirección de Gabriel Olivares. Personalmente no había visto nada sobre el, y después de este «Se quieren» voy a estar muy atento a su trabajo.
Fijaros si me gusto el montaje, que lo vi muy apropiado para regalárselo a mis padres, así que al salir del teatro compre dos entradas más.
Consejos: Dependiendo del auditorio os recomiendo que compréis las entradas lo más cerca del escenario porque, por ejemplo, en el Principal de Alicante, hubo gente sentada muy atrás que tuvo problemas para seguir la actuación.
