El término “Due Diligence” se emplea para actos que impliquen la averiguación de la situación global de una empresa previa a la firma de un contrato.
La teoría de la Due Diligence sostiene que el objetivo de este tipo de investigación es llevar a cabo una toma de decisiones informada, es decir, mediante esta inspección se optimiza la calidad y la cantidad de información disponible para quienes toman decisiones, y se asegura que esta información sea usada sistemáticamente para deliberar de una manera reflexiva la decisión en cuestión y todos sus riesgos, beneficios y costes.
La traducción literal viene a ser ‘diligencias debidas’, no obstante, la traducción más apropiada sería “auditoría”.
¿Qué es una Due Diligence?
La Due Diligence o diligencia debida es, efectivamente, una auditoria o revisión detallada de las distintas áreas del negocio en el que se desea invertir o que se pretende adquirir, con el objeto de comprobar la veracidad de la información facilitada y, en su caso, fijar el precio de la venta y/o la inversión.
Es un término, utilizado habitualmente en el ámbito de las adquisiciones empresariales e incluye aspectos como: su área de actividad, las posibilidades y perspectivas de futuro del negocio y el estado de su activo y de su pasivo.
Finalidad de la Due Diligence:
La finalidad esencial de una Due Diligence es adquirir mayor conocimiento de la empresa en la que se desea invertir o que queremos adquirir, y dar a ese conocimiento o información adquirida el tratamiento adecuado en función de las circunstancias del caso.
Lo que se busca con este tipo de inspecciones es obtener toda la información necesaria de una o varias sociedades, para valorar y fijar de forma objetiva el precio final de la operación de adquisición de empresas, la forma de estructurar la transacción y la exigencia de garantías o, en su caso, la conveniencia de dar marcha atrás a la compra por la detección de riesgos o por la aparición de nuevas informaciones.
¿Qué comprende la Due Diligence?
Existen dos tipos de Auditorias:
Económico-financiera:
Es una auditoría de compra rigurosa y pormenorizada, afecta tanto a los estados financieros, como a la valoración de activos materiales e inmateriales.
Entre las áreas que se desarrollan en una Due Diligence económico-financiera se encuentran:
- La situación financiera,
- descripción del sector,
- la estrategia de la empresa,
- descripción de la empresa,
- información financiera,
- los sistemas contables y de control interno,
- factores medioambientales,
- organización y recursos humanos.
Legal:
La vertiente jurídica de este tipo de auditorías, se basa en la revisión y estudio de los contratos, la revisión de los temas societarios y el estudio de los posibles litigios.
También incluye la revisión fiscal y laboral. Su importancia estriba en evitar que se encuentren ocultos compromisos o acuerdos que podrían poner en peligro la operación.
Una vez realizado el proceso de revisión, los asesores realizarán un informe detallado en el que recogerán todos los aspectos revisados y las conclusiones alcanzadas.
En definitiva, el objetivo de este tipo de investigaciones es reducir el riesgo de la transacción aportando al comprador/inversor una evaluación independiente y detallada del negocio, mediante la revisión de la existencia de posibles pasivos ocultos o contingencias en todas las áreas de estudio o revisión.