Como ya hemos comentado en anteriores posts, el sector de los universos digitales y de las criptomonedas crece exponencialmente. Los rendimientos económicos generados por las transacciones de activos digitales son un gran atractivo para inversores, pero también para los delincuentes. La digitalización de estos activos, la incertidumbre y volatibilidad de su valor son aspectos que aprovechan los delincuentes para llevar a cabo sus intenciones.
Los estafadores suelen servirse de instrumentos de mensajería instantánea o de enlaces publicados en redes sociales. Dichos enlaces redirigen a páginas en las que se ofrece transaccionar con diferentes criptomonedas, evidentemente falsas. Asimismo, se ofrece la posibilidad de efectuar ciertos pagos con ellas.
Por ello, es importante adoptar una serie de medidas de prevención frente a fraudes y estafas cuando se transacciona con criptomonedas:
- Verificar la información ofrecida. Es importante conocer el mercado y transaccionar con criptomonedas conocidas. Al ser un mundo novedoso y en auge, hay que informarse bien antes de actuar con la finalidad de no caer en ofertas de criptomonedas inexistentes;
- Desconfiar de los enlaces recibidos por email o SMS que ofertan el intercambio de criptomonedas, y, en cualquier caso, contrastar la página web a la que redirigen los enlaces en aras a comprobar su veracidad;
- Tener una contraseña segura en las plataformas donde se transaccione con activos digitales;
- Recibir asesoramiento legal en caso de ser desconocedor de la materia.
El crecimiento de este nuevo negocio hace que los delitos relacionados con el mismo sean cada vez más habituales. En este sentido, en España ya se están investigando presuntas estafas relacionadas con criptomonedas.
Como ya comentamos en un post anterior, la Audiencia Nacional comenzó el pasado verano la investigación de la supuesta mayor trama piramidal en relación con la inversión en criptomonedas mediante la empresa ARBISTAR 2.0 S.L.
A nivel mundial, recientemente, la conocida empresa del sector, Crypto.com reconoció el pasado 17 de enero el robo de 34 millones de dólares en Bitcoin y Ethereum.
Cientos de particulares inversores se vieron afectados por el ciberataque y reportaron una actividad sospechosa desde sus cuentas que realizaban transacciones no autorizadas. Ello obligó a la plataforma a renovar su sistema de autenticación y a devolver las criptomonedas a los inversores.
Las cantidades perdidas por la mercantil Crypto.com no son nada comparadas con las pérdidas sufridas por Wormhole. El pasado jueves 2 de febrero se detectó el robo de criptomonedas valoradas en aproximadamente 340 millones de dólares, es decir, unos 280 millones de euros, en la plataforma Wormhole. En concreto, la plataforma anunció que los hackers habían robado 120.000 tokens de la criptomoneda Ethereum de un valor de aproximadamente 2.300 euros por token. Así lo hizo saber Wormhole en su cuenta de Twitter.
Un fallo de seguridad en los puentes que utiliza la plataforma para el intercambio de tokens fue lo que propició el robo por parte de los delincuentes.
Estos recientes ciberataques serán sin duda investigados, y traerán consigo novedades en materia de seguridad de las plataformas de activos digitales. El impacto económico que supone este nuevo modo de inversión no ha sido pasado por alto por los delincuentes que aprovechan los fallos de las empresas dedicadas a la transacción de criptomonedas o el desconocimiento de los particulares que desean acceder a esta nueva forma de negocio.
Es por ello por lo que la ausencia de una regulación expresa de los metaversos y de la transacción mediante criptomonedas hace aconsejable un asesoramiento jurídico en la materia, tanto para empresas como para particulares que deseen realizar inversiones en activos digitales.