Consultas médicas por Internet

American Well pretende reinventar las visitas de médicos a domicilio. Si Roy Schoenberg, cofundador y presidente de la compañía se sale con la suya, los pacientes ya no tendrán que volver a esperar un mes para que un médico los atienda de una amigdalitis urgente, esperar todo el día a que el médico les devuelva la llamada o abandonar el trabajo a mediodía y conducir una larga distancia para acudir a una cita rutinaria. En vez de eso, los pacientes iniciarán una sesión en sus ordenadores y se encontrarán cara a cara con sus médicos a través de una cámara Web.

Los consumidores reciben un bombardeo continuo de información sanitaria de sus compañías de seguros y de Internet, a menudo llena de consejos escritos por periodistas y otros pacientes, en lugar de médicos. “Lo que nos falta es la base principal de la atención sanitaria: hablar con un médico”, señaló el Dr. Schoenberg.

Schoenberg pretende que el servicio pueda llegar a plantear una reforma del sistema sanitario en los EEUU. Los enfoques que los políticos han seguido para abordar la reforma de la atención sanitaria están anticuados. “Necesitamos ver desde nuevas perspectivas lo que tenemos disponible en 2008. La atención en línea implica que, sin modificar los presupuestos y sin pasar por el Congreso, podemos proporcionar una atención sanitaria asequible a las personas que no pueden acceder a ella”, añadió.

Los consumidores cuyos seguros médicos utilizan American Well iniciarán sesión en el sitio Web de su aseguradora para acceder al servicio. La primera en acogerse a este sistema ha sido Blue Cross Blue Shield, de Hawaii, que a partir de enero ofrecerá a sus pacientes atención médica virtual. Otros estados y aseguradoras médicas, todavía por anunciar, empezarán a ofrecer el servicio también en el 2009.

Los pacientes con seguro médico realizarán un pago compartido, igual que cuando acuden a la consulta del médico. Las citas son de 10 minutos, ampliables por una tarifa opcional, y en ellas los médicos pueden expedir recetas a través del sistema.

Los pacientes que no dispongan de seguro médico también pueden utilizarlo, pagando una tarifa establecida por la aseguradora, pero deberá ser inferior a 50 dólares, mucho menos de lo que cuesta una visita al servicio de urgencias, que es donde suelen acabar los que carecen de seguro. Las aseguradoras pagarán a American Well una tarifa de licencia de su uso por cada miembro que utilice el software, además de una tarifa de transacción de unos 2 dólares por paciente cada vez que éste sea atendido por un médico.

Los médicos, por su parte, recaudan unos dólares extra. Cobran menos que por una visita a la consulta, pero más que por una consulta telefónica y no se tienen que preocupar por la planificación, los gastos indirectos ni el papeleo administrativo. Basta con que inicien sesión y esperen a que les lleguen los pacientes. American Well gestiona todas las solicitudes y el dinero es depositado en la cuenta bancaria del médico.

American Well ha llegado a un acuerdo de colaboración con HealthVault, el servicio de historiales médicos electrónicos de Microsoft, de modo que los pacientes pueden acceder al servicio y compartir su historial médico con los médicos cuando utilizan American Well. También se ha asociado con ActiveHealth, una filial de Aetna, que dispone de una tecnología que analiza el historial médico de un paciente y durante la cita avisa al médico de posibles omisiones anteriores. Por ejemplo, si una mujer tiene una consulta en línea con un ginecólogo, ActiveHealth avisaría al médico si la paciente no se ha realizado las revisiones mamográficas periódicas.

Fuente: New York Times


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