Uno de los mercados más maduros de Google Glass y sus aplicaciones podría ser la asistencia sanitaria. A medida que la atención al paciente se basa cada vez más en datos, los médicos necesitan un modo de recibir estos datos mientras están manos a la obra operando al paciente.
La pregunta inevitable es si los dispositivos ponibles, como Google Glass, pueden mejorar los resultados clínicos. Un nuevo estudio podría ayudar a responder esa pregunta.
El estudio ha sido realizado por la Escuela de Medicina de Stanford y por VitalMedicals, creadora de la aplicación de los signos vitales en tiempo real (VitalStream) que utilizaron los médicos durante las cirugías.
Como parte del estudio, un grupo de 20 residentes de Stanford realizó dos tipos de cirugías (en maniquíes), una con la ayuda de Google Glass y otra sin el dispositivo, y su desempeño fue notablemente mejor con el uso de Glass.
Se pidió a los residentes que llevaran a cabo procedimientos relativamente rutinarios en los pacientes ficticios, pero entonces surgió una complicación repentina y se les pidió que llevaran a cabo un procedimiento de urgencia en el paciente.
Pruebas experimentadas c on Google Glass
Una de las pruebas requería que el residente realizase una broncoscopia a través de una incisión realizada en la garganta del paciente para acceder a una vía respiratoria obstruida. El cirujano también podía insertar la cámara en los pulmones para detectar problemas. Los residentes que utilizaron VitalStream detectaron la desaturación crítica 8,8 segundos más rápido que el grupo de control (que no usó Glass).
En otra prueba, el paciente requería la colocación de un tubo de toracotomía a través de la pared del tórax para drenar los líquidos. Los residentes que utilizaron la aplicación VitalStream detectaron hipotensión en los pacientes 10,5 segundos antes que el grupo de control.
El motivo podría ser que miraron mucho menos hacia los equipos de monitorización durante la cirugía, lo que les permitió mantenerse centrados en el paciente y el procedimiento.
El estudio ha dado como resultado una prueba preliminar convincente de que el dispositivo de cabeza de Google se podría utilizar en un entorno clínico para mejorar el conocimiento de la situación y la seguridad del paciente.
Se puede ver la tecnología en acción en este vídeo:
Stanford y VitalStream planean publicar un artículo completo en una revista médica en el que se detallarán las pruebas realizadas y sus resultados. Mientras tanto se puede leer el resumen aquí.