Unos investigadores del MIRA y sus socios han recibido una subvención de 1,4 millones de euros para el desarrollo de un nuevo método de detección del desarrollo de tumores secundarios en los pacientes con cáncer de mama. El nuevo método utiliza un sofisticado «detector de metales» de alta sensibilidad y nanopartículas magnéticas seguras.
Los investigadores del instituto de investigación MIRA, de la Universidad de Twente, pretenden desarrollar un sistema de detección criomagnética. Para mejorar la relación señal-ruido del sistema se le incorporaría una pequeña antena sensora refrigerada a 180 grados bajo cero.
Las nanopartículas se han utilizado en aplicaciones clínicas como la resonancia magnética, en donde han demostrado su seguridad y eficacia como medio de contraste. Por un lado, no plantean un riesgo para el personal sanitario ni los pacientes; por otro, se pueden utilizar en cualquier momento o lugar, ya que poseen una vida de almacenamiento infinita, mientras que las partículas radiactivas sí representan un riesgo para la salud del personal sanitario y los pacientes y tienen una vida de almacenamiento limitada.
Las nanopartículas magnéticas se pueden introducir en el cuerpo humano y, a continuación, es posible utilizar un sistema de detección magnética para rastrear la propagación de las células cancerosas.