Biobaterías de nanotubos de carbono que respiran

Unos
investigadores del Instituto de Química Física de la Academia de
las Ciencias de Polonia (IPC PAS), en Varsovia, han construido una
biobatería que respira. El elemento central que proporciona a la
nueva fuente de alimentación un voltaje relativamente alto y un
tiempo de vida largo es un cátodo cuidadosamente diseñado que
extrae el oxígeno del aire y está compuesto por una enzima,
nanotubos de carbono y silicato.
La
gente aprovecha cada vez más las ventajas de los dispositivos
compatibles con varias funciones de nuestro cuerpo. Hoy en día, se
incluyen entre ellos los marcapasos o los aparatos auditivos; mañana,
serán lentillas con cambio automático de la distancia focal o
pantallas controladas por ordenador que generan imágenes
directamente en el ojo. Sin embargo, ninguno de estos dispositivos
funcionará si no va acoplado a una fuente de suministro de energía
eficiente y de larga duración. La mejor solución parecen ser unas
células de biocombustible miniaturizadas que consumen sustancias que
se originan de forma natural en el cuerpo humano o en su entorno
directo.
Los
investigadores del IPC PAS desarrollaron un electrodo eficiente para
su uso en la construcción de células de biocombustible o
biobaterías de zinc y oxígeno. Una vez instalado en una célula, el
nuevo biocátodo genera, durante muchas horas, una tensión superior
a la obtenida con las fuentes de energía existentes de diseño
similar. Lo más interesante es que el dispositivo respira: funciona
a pleno rendimiento cuando puede extraer el oxígeno directamente del
aire.

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