Una forma más barata de fabricar productos químicos a partir de CO2

Una nueva empresa tecnológica llamada Liquid Light ha desarrollado un proceso electroquímico para utilizar el dióxido de carbono residual como ingrediente inicial para la fabricación de productos químicos. La compañía afirma que su método es significativamente más barato que otros métodos convencionales para la conversión de CO2 en productos químicos.

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La compañía, con sede en Monmouth, Nueva Jersey, anunció la semana pasada que había construido un prototipo capaz de fabricar etilenglicol a partir de dióxido de carbono, electricidad y una fuente de hidrógeno, como el agua. Liquid Light estima que la producción de una tonelada de este producto químico requeriría dióxido de carbono por valor de 125 dólares, en comparación con los más de 600 dólares necesarios en el caso de materias primas tradicionales como el petróleo o el gas natural. La compañía sugiere que los fabricantes de productos químicos podrían conseguir el dióxido de carbono utilizando las técnicas de separación existentes en los gases que se emiten por la chimenea de una caldera de la fábrica o del generador.

La tecnología de Liquid Light utiliza catalizadores y electricidad. En un primer paso, un electrodo recubierto con un catalizador produce una molécula de oxalato con dos carbonos a partir de moléculas de dióxido de carbono. A continuación, otros catalizadores independientes propulsan reacciones para formar etilenglicol, un químico industrial de uso generalizado y precursor de la fibra de poliéster y las botellas de plástico.

La principal ventaja del proceso de Liquid Light es su posible menor coste de materias primas. Según la compañía, si la electricidad procede de gas natural, energía nuclear o fuentes renovables, el proceso de Liquid Light también podría tener menores emisiones de carbono que los métodos convencionales.

El uso de catalizadores para convertir el CO2 en productos químicos y combustibles ha pasado a ser un área activa de investigación, pero se enfrenta a dificultades técnicas. Por ejemplo, es necesario que las reacciones sean más rápidas y eficientes de lo que es posible actualmente. Otro obstáculo es económico, porque las reacciones requieren grandes cantidades de electricidad. Además, los catalizadores metales a menudo producen productos múltiples a partir del dióxido de carbono. Por ejemplo, el proceso puede generar monóxido de carbono y metano; y es caro separarlos. El trabajo de Liquid Light es impresionante porque parece ser capaz de generar un producto químico de gran valor desde el punto de vista comercial sin generar productos adicionales no deseados.

Liquid Light no ha querido desvelar qué catalizador utiliza para la conversión del CO2, solo ha dicho que es barato, que se ha mantenido estable con el tiempo y que la reacción requiere relativamente poca electricidad. Su pila prototipo está hecha con dos placas cuadradas de metal de unos 91,5 cm de ancho, situadas a unos pocos centímetros de distancia. Para producir a gran escala, se conectarían varias pilas como esta, con un diseño similar al de un conjunto de pilas de combustible. La compañía, que cuenta con BP Ventures como inversor, tiene la intención de llevar a cabo los ensayos con un socio industrial en los próximos dos o tres años.

Fuente: http://www.technologyreview.com/news/525356/a-cheaper-route-to-making-chemicals-from-co2/


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