Según un artículo publicado en Technology Review, unos transistores orgánicos totalmente biodegradables, desarrollados por investigadores de la Universidad de Stanford, se podrían utilizar para controlar los implantes médicos temporales colocados en el cuerpo durante una cirugía.
Los dispositivos electrónicos biodegradables «abren nuevas oportunidades para los implantes» especialmente si no son caros, señala Robert Langer, profesor en el MIT, que no participó en la investigación. Los implantes podrían incorporar los dispositivos electrónicos orgánicos con polímeros biodegradables que administren los fármacos. Los médicos podrían implantar este tipo de dispositivos durante la cirugía, y después activarlos desde fuera con radiofrecuencias para liberar los antibióticos en caso necesario durante la recuperación. Estos dispositivos electrónicos podrían ayudar también a monitorizar el proceso de curación desde el interior del cuerpo. Una vez completada la curación, el dispositivo se disolvería en el cuerpo.
A principios de este mes, investigadores de las Universidades de Tufts e Illinois, en Urbana-Champaign, informaron del desarrollo de dispositivos electrónicos de silicio sobre sustratos de seda biodegradables. Los dispositivos electrónicos de silicio, por lo general, tienen un rendimiento muy superior a los fabricados a partir de semiconductores orgánicos, pero el silicio no es biodegradable. El grupo de Stanford, dirigido por el profesor de ingeniería química, Zhenan Bao, es el primero en fabricar dispositivos electrónicos a partir de materiales semiconductores totalmente biodegradables. Aunque los dispositivos son estables en agua, todo lo que queda de los dispositivos después de 70 días son contactos eléctricos metálicos de apenas unas decenas de nanómetros de grosor.
De momento, el grupo ha demostrado que es capaz de construir dispositivos electrónicos orgánicos que funcionan cuando se humedecen y que se descomponen en condiciones que imitan a las del interior del cuerpo. La degradación de estos dispositivos se dispara en condiciones similares a las del cuerpo: los transistores se deshacen lentamente al entrar en contacto con una disolución salada con un pH ligeramente básico. Para permanecer estables y mantener su rendimiento mientras están en uso, estos dispositivos deberían ir encapsulados en otra capa con una composición personalizada para exponer el dispositivo una vez que han dejado de ser útiles. El dispositivo prototipo, descrito en en línea en la revista Advanced Materials, está hecho a partir de plásticos biodegradables aprobados por la FDA, un material semiconductor biodegradable que imita el pigmento de la piel melanina y contactos eléctricos de oro y plata. EL uso de estos metales en el interior del cuerpo también ha sido aprobado.
Fuente: Technology Review