Qualcomm ha estado ocupada en convertir su pantalla de tinta electrónica en color, Mirasol, en algo más que una eterna promesa. Las pantallas de este tipo difieren de los paneles LCD retroiluminados que llevan los tablets en que son reflectantes y requieren una fuente de luz externa para verlas. En última instancia, es este tipo de pantalla la que podrá sustituir realmente a los materiales impresos.
La pantalla Mirasol, que utiliza diminutos espejos para refractar la luz de un modo que recuerda a las iridiscentes alas de una mariposa, aparentemente ha sido muy difícil de fabricar, porque han tardado más de cuatro años en aumentar el volumen de producción hasta el punto en que se podría vender a los consumidores. El resultado son unos dispositivos (todavía disponibles solo en Asia) con 5.3 pulgada, pantallas de 800×480 píxeles. Eso implica una densidad de visualización de 223 píxeles por pulgada, es decir, dos veces la resolución de un iPad, pero menos que la resolución de la pantalla Retina de Apple. Mirasol tiene una tasa de refresco lo suficientemente alta como para poder navegar por Internet y reproducir vídeos, aunque con algún parpadeo.
La competencia principal de Mirasol es la pantalla Tritón de E-ink, que utiliza la misma tecnología presente en las pantallas en blanco y negro que Kindle hizo famosas, pero con un filtro de color superpuesto.
Good E Reader realizó una comparativa de las dos tecnologías y parece claro que Mirasol es superior (pero también más cara).
No obstante, Mirasol continúa pareciendo descolorida en comparación con la mejor oferta impresa, y se puede comentar algo del efecto vidrioso que se produce al visualizar vídeos y fotografías en una superficie retroiluminada.
Fuente: Technology Review