Zapatero y Schroeder

En León su tierra y en el emblemático y bello Parador de San Marcos, Zapatero y Schroeder tratan de continuar la relación hispano alemana, interrumpida con Aznar.

Fueron el socialista Felipe González y el canciller conservador Helmut Kohl los que iniciaron esta relación. Fue muy fructífera para ambos. España apoyó sin resquicios todas las difíciles exigencias que llevaba consigo la reunificación alemana. Kohl le dió protagonismo a España en Europa y respaldó inversiones y fondos de cohesión. Pero más allá de cualquier beneficio mutuo, hubo un «compromiso de Estado» entre ambos gobiernos, diferenciados ideológicamente. Felipe González hablaba públicamente y en círculos privados con admiración de «su amigo» Kohl.

Aznar, entonces jefe de la oposición, vió una puerta cerrada con vistas a su relación con los principales líderes conservadores europeos. Quizá de aquí venga su «vocación Atlántica» con Bush. Lo que Gonzalez y Kohl hicieron pese a sus diferencias ideológicas, Aznar no pudo o supo hacer con Schroeder.

Esta XIX Cumbre Hispano-alemana, Zapatero y Schroeder recuperan la herencia de Kohl y González. Quizás deban plantearse algo más los asuntos de la actualidad internacional (territorios palestinos, Irak y Afganistán) o la agenda de la UE con temas importantes (como los presupuestos europeos en 2007-2013). El tema es importante. Dada la actual estructura de Europa y la coyuntura internacional, la Unión necesita de un liderazgo claro y sin fisuras que fortalezca y de imagen a los gobiernos con capacidad para construir Europa. España puede y debe aspirar a jugar este papel con Francia, Alemania y otros estados.

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  1. Euroresidentes 19 años ago

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