Niños y atún

Los niños no deben consumir mucho atún en conserva, ya que de lo contrario podrían correr riesgo de envenenamiento por mercurio.
Un informe de la organización Mercury Policy Project recomienda que los niños no deben consumir atún claro más de una vez al mes si pesan menos de 25 Kg, y si pesan más de 25 Kg pueden comerlo hasta dos veces al mes.
Los resultados también sugieren que los niños deben evitar el atún blanco y el bonito del norte, ya que se detectaron niveles de mercurio tres veces superiores a los niveles del atún claro.
En el estudio se analizaron 59 muestras de atún en conserva procedentes de 11 estados de EE.UU para analizar su contenido en mercurio. Los resultados muestran que los niveles de mercurio varían considerablemente, tanto entre los tipos de atún como dentro de una misma lata, las diferentes partes tienen diferentes concentraciones de mercurio.
El envenenamiento por mercurio es una enfermedad causada por la exposición excesiva al mercurio o sus compuestos. El mercurio se puede encontrar en el agua, las rocas, en el suelo y en el aire.
Algunos animales acuáticos como ciertos tipos de pescados y mariscos muestran acumulación de metilmercurio, una forma muy tóxica de mercurio.
Pescado como el atún, el tiburón o el pez espada acumulan más metilmercurio que otras. Esto es debido a la edad del animal, a lo alto que estén en la cadena alimentaria y de lo que se alimenten. Cuanto más alto esté en la cadena alimenticia, mayor es su acumulación de mercurio.
El envenenamiento por mercurio puede causar neuropatía periférica, reducción de la visión periférica, pérdida de la coordinación, debilidad muscular, alteraciones en el habla y la audición.
En el caso de mujeres embarazadas, se recomienda reducir su consumo, ya que los niños cuyas madres tenían altos niveles de mercurio durante el embarazo pueden tener problemas cognitivos, así como deficiencias en su sistema nervioso central.

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