Charles Mackerras es uno de aquellos músicos versátiles cuyo arte cubre muchos estilos. Nacido en Schenectady, Nueva York, en 1925, vivió la mayoría de su infancia en Australia, donde estudio el oboe, el piano y composición en el Conservatorio de New South Wales en Sydney. En 1945 empezó a tocar con la orquesta sinfónica de Sydney como su principal oboísta (mas tarde llego a ser director de la misma) pero se trasladóa Europa en 1947. La primera vez que le escuche fue cuando compro su disco de música por Arthur Sullivan la cual adapto para el ballet ‘Pineapple Poll’. Entonces me entere de su reputación creciente como campeón del compositor Checo Janacek – de hecho puede ser que fue responsable de introducirle al Oeste. Mackerras tambien llego a ser el director mas famoso por dirigir sus operas bizarras, dos de las cuales he visto en directo.
Mackerras ha mantenido una asociación larga con Sadlers Wells en Londres (mas tarde con el English National Opera). Fue el ‘Primer Director’ de la Opera de Hamburgo, con la cual trabajo durante 3 años y ha dirigido muchas operas en el Royal Opera House de Londres. También dirige en el Metropolitan Opera, New York, el Welsh National Opera y el San Fransico Opera. Ademas fue pionero en estudiar y realizar técnicas de representar obras tales como su grabación en 1959 de la obra de Handel ‘Fireworks Music’ con su instrumentación original de instrumentos de viento y ha hecho muchas grabaciones con la orquesta del Siglo de las Luces’.
Cumplió 80 años en 2005 y hubo varios actos para celebrar sus logros a lo largo de los años los cuales incluyen una representación de ‘Un Ballo en Maschera’ de Verdi en Covent Garden, Londres. ¡Y sigue dirigiendo orquestas todavía! Por ejemplo, el año pasado dirigió la orquesta sinfónica de Praga, la orquesta filarmónica Checa y las orquestas filarmónicas de Viena y Berlín además de la orquesta filarmónica de Londres. De hecho, fui a un concierto de la orquesta filarmónica de Londres dirigido por el en Bristol el año pasado. Fue una noche memorable que incluía la sinfonía para coros de Beethoven. Aunque, Mackerras tenia que permanecer sentado la mayor parte de la noche no hubo otro señal obvia de su edad. Fue una representación de precisión y llena de pasión.
He visto en una critica reciente que Mackerras iba a estar en Escocia esta semana, dirigiendo una orquesta con la cual tiene una asociación cercana – la Orquesta Cámara de Escocia. Con la misma ha grabado siete operas de Mozart y también juntos han grabado sus últimos cuatro sinfonías – he comprado uno de ellos. Es un CD doble (308 Linn records) y estoy disfrutando la fuerza rítmica y delicadeza de las obras, que junto con los conciertos para el piano, para mi representan lo mejor de Mozart.
B.R.