Desde hace años he oído hablar del director Americano de música ya veterano Lorin Maazel, y por fin he tenido la suerte de verle en directo. Parece que colecciona orquestas además de las buenas críticas. Ha sido el director de música para la New York Philarmonic Orquesta, la Philharmonia, the Clevedon Orquesta, la National Symphony Orquesta, la Arturo Toscanini Philharmonic (no conozco a esa orquesta), la Bavarian Radio Symphony, el director de la Vienna State Opera y ahora va a cumplir tres años trabajando con la orquesta del teatro de opera Ciutat de les Arts i les Ciències (ciudad de artes e ciencias) el complejo enorme de entretenimiento diseñado por Santiago Calatrava y Félix Candela en la ciudad de Valencia.
Me sentí privilegiado poder ver en directo a ese director tan distinguido. Fue un concierto representado por la Philharmonia en su gira actual con Maazel. La semana que viene estarán en Dortmund, Alemania con el mismo programa. Es como muchos otros directores bajo en estatura con mucha energía en el podio con instrucciones claras para la orquesta – y esta claro que le admiran mucho. Y habían muchos puntos culminantes en este concierto. Maazel dirige todo el rato sin partidura.
El programa de música fue emocionante y la obra mas importante para mi y para muchos del publico fue el primer concierto de Tchaikovsky con el solista el pianista Simon Trpceski de Macedonia a quien le costo mucho ponerse cómodo en la silla para el piano – el publico le aplaudió cuando lo consiguió y el les respondió con una reverencia. Hubo un entendimiento excepcional entre la orquesta y el solista. Fue una representación virtuosa pero eso fue lo normal en toda la noche.
Puede que quede raro pero el mejor momento de este concierto para mi fue la primera obra ‘Los bailes de Galanta’ por Kodaly un favorito para mi desde hace tiempo como casi todas las obras de este compositor Húngaro. Visite la casa Kodaly en Budapest cuando visite la ciudad en el invierno de 1994 (para mas información ver los blogs de ciudades europeas) y durante los años he coleccionado muchas de sus grabaciones. Fue una representación sensacional y escuchar la música en directo no tiene comparición y la relación entre los instrumentos especialmente el clarinete y los instrumentos de cuerda fue una revelación para mí.
Después del descanso la noche se acabo con un tono triunfal con la orquestación de Mussorgsky’s Pictures at an Exhibition por Ravel. Salí del auditorio Colston Hall muy contento.
¡Una noche maravillosa!
Bryan