Las empresas españolas ¿cuestión de Estado?

El anuncio de una OPA de E.On/Ruhrgas a Endesa ha puesto al descubierto la debilidad de las luchas entre los partidos políticos españoles, lejos de concebir una «política de Estado» en materia de modelos empresariales para la creación de una sólida base nacional en sectores estratégicos.

La debilidad socialista

Los conservadores españoles con Aznar al frente del gobierno ejercieron un amplio despliegue en el control de las principales empresas poniendo al frente de las mismas a hombres de confianza. Los socialistas han abordado este tema con contradicciones y, sin una idea clara a seguir, más bien a impulso de intereses particulares, como es el caso de la OPA de Gas Natural a Endesa, motivada según algunos por el problemático estatus de las relaciones entre Cataluña y el Estado en estos momentos.

En ambos casos -conservadores y socialistas- no se ha planteado una política de fortalecimiento de los sectores estratégicos y de la competitividad y fortaleza de las grandes empresas españolas. Algo que por el contrario si han sido el enfoque de gobiernos como el alemán con su estrategia de «campeones nacionales» para empresas estratégicas.

La nueva situación, una patata caliente

La OPA de E.On, previsiblemente, dejará al margen a Gas Natural, cuya oferta queda muy debajo de sus posibilidades según algunas valoraciones de expertos.

Desde el punto de vista político, se crea una situación realmente interesante. El grupo PRISA a través de la Cadena SER hablaba esta mañana de una ‘patata caliente’ para el Gobierno, que ha de resolver una cuestión ahora: la compradora es fruto de la política destinada a crear ‘campeones nacionales’ practicada por el Gobierno alemán. La pregunta para el Gobierno español es cómo responde a eso, si permite la compra o la frena con la misma argumentación del ‘campeón nacional’. Esa respuesta política es la que va a marcar el futuro del resto del sector energético en España, porque si se da luz verde a la compra se abre la veda para que compren y sean compradas compañías como Iberdrola y Unión Fenosa.

Lecciones para los partidos políticos españoles

Así las cosas, algunos economistas se lamentan de la escasa capacidad de los partidos políticos para concebir una política de Estado en España aplicada a los grandes sectores estratégicos. Según estas fuentes, el PP estaría interesado en un control o influencia activa en las principales empresas españolas. Y a los socialistas se les reprocha una cierta torpeza a la hora de tratar estos temas, avalando una operación en cuya gestión ha faltado diligencia, rapidez y estrategia política, aparte de un consenso que a todas luces era necesario.

A juicio de estos expertos esta OPA hará plantearse al Gobierno la necesidad ineludible de pactar una política de Estado y una estrategia sólida para las empresas españolas.

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