Magnus Wennman es un fotógrafo Sueco que recientemente ha publicado unas fotos sobrecogedoras, las fotos acompañadas de una breve historia muestran donde duermen los niños que junto con sus familias huyen del conflicto en Siria , el proyecto fotográfico del que forman parte se llama: Where the Children Sleep
Wennman hizo estas fotos para el periódico sueco Aftonbladet, y en una entrevista con la CNN dijo:
– El conflicto y la crisis pueden ser difíciles de entender para la gente “pero no cuesta nada entender que los niños necesitan un lugar seguro para dormir, eso es fácil comprenderlo” -.
“Han perdido algo de esperanza,” añadió Wennman.“Cuesta mucho que un niño deje de ser un niño y deje de divertirse, incluso en sitios realmente duros.”
El autor ha podido vivir en primera persona el sufrimiento por el que pasan realmente los niños de Oriente Medio huyendo del conflicto de Siria.
Escalofriantes imágenes que no dejaran indiferentes a nadie.
Fara de 2 años
Le encanta el fútbol, su padre trata de hacer pelotas para ella estrujando cualquiera cosa que encuentra, pero no duran mucho.
Walaa, 5 años
Quiere irse a casa, donde tenía su propia habitación. Allí nunca lloraba, pero en el campo de refugiados llora todas las noches, porque por la noche fue cuando ocurrieron los ataques. De día, su madre le construye una casa de cojines, para que se le pase el miedo.
Amir, 20 meses
Nació como refugiado, y su madre cree que quedó traumatizado ya en el útero. “Nunca ha dicho una sola palabra,” dice su madre en la tienda de campaña de plástico en la que vive ahora la familia. No tiene juguetes, pero juega con todo lo que encuentra en el suelo, y se ríe, aunque no hable.
Ralia y Rahaf, de 7 y 13 años
Ambos viven en las calles de Beirut. Proceden de Damasco, donde una granada mató a su madre y a su hermano. Junto con su padre, llevan un año durmiendo en las calles. Se acurrucan en sus cajas de cartón, y Rahaf dice que tiene miedo de los “chicos malos”. Ralia llora.
Tamam, 5 años
Tamam tiene miedo de su almohada. Cada noche, llora desconsoladamente. Los ataques aéreos en su ciudad natal de Homs vinieron principalmente por la noche, ya pesar de que ella dormía en otro lugar casi dos años, ella todavía no entienden que una almohada puede ser peligrosa.
Ahmed, de 6 años
Lleva su propia maleta en las grandes distancias que su familia recorre a pie. «Él es muy valiente y solo llora algunas veces por la noche», dice su tío que cuida de él después que su padre fuera asesinado en su ciudad natal.
Juliana, 2 años
Su familia estuvo caminando por Serbia durante dos días. La madre de la niña puso su chal fino sobre su hija en el suelo para que encuentre la calma.
Sham, 1 año
En frente, justo en la frontera entre Serbia y Hungría, en la puerta de hierro de cuatro metros de altura, Sham en brazos de su madre llegaron demasiado tarde al igual que miles de otros refugiados que esperan fuera de la Hungría cerrada.
Shehd, 7 años
Le encanta dibujar, pero últimamente siempre dibuja lo mismo: armas, porque las ve todo el rato, en todos lados. Ahora duerme en el suelo junto a la frontera con Hungría y ya no dibuja, ya que al huir su familia no trajo papel ni lápices. Shehd tampoco juega, su familia tiene dificultades para encontrar comida. A veces cogen manzanas de árboles que crecen junto a la carretera. Su familia dice que si hubieran sabido lo duro que era el viaje, habrían arriesgado sus vidas quedándose en Siria.
Ahmad de 7 años
Estaba en casa cuando una bomba explotó en su casa en Idlib. Recibió metralla en la cabeza, pero sobrevivió. Su hermano pequeño no. La familia había vivido con la guerra como vecino desde hace tiempo, pero sin hogar no tuvieron elección y se vieron forzados a huir. Ahora Ahmad duerme el asfalto como otros miles refugiados en la carretera que lleva a la frontera cerrada de Hungría.
Abdul Karim de 17 años
Atenas (Grecia), pasa la noche en la plaza Omonia, ya que con los últimos euros que le quedaban se compró un boleto para el transbordador con destino a esa ciudad.
Cuenta que pide prestado un celular para llamar a su madre, que se encuentra en Siria, pero no es capaz de decirle que la cosa va mal.
«Sueño dos cosas: con dormir en una cama de nuevo y con abrazar a mi hermana pequeña».
Mahdi, 1 año
Mahdi es un pequeño de año y medio. Él sólo ha experimentado la guerra y el vuelo. Él está profundamente dormido a pesar de que cientos de refugiados pisan a su alrededor.
Lamar de 5 años
Abandonó su hogar en Bagdad, sus muñecas, su pelota y su tren de juguete, y a menudo habla de ellos cuando le mencionan su casa. La bomba lo cambió todo, por suerte cayó cuando la familia iba a comprar comida. Pero ya no podían vivir ahí. Tras 2 intentos de cruzar el mar desde Turquía en un bote de goma, consiguieron llegar a la frontera cerrada de Hungría. Ahora Lamar duerme en una manta en el bosque, asustada, congelada y triste.
Abdullah, 5 años
Abdullah tiene una enfermedad sanguínea. Los 2 últimos días ha dormido afuera de la estación central en Belgrado. Vio como mataban a su hermana en su hogar en Daraa. “Aún está en shock y tiene pesadillas todas las noches,” dice su madre. Está cansado y enfermo, pero su madre no tiene dinero para comprarle medicinas.
¿Te has parado a pensar en algún momento por los niños que constantemente viven en la guerra? Hazlo…
¡Ayuda a los niños refugiados!
La situación es urgente. ACNUR trabaja sobre el terreno en los países vecinos de Siria, alrededor del Mar Mediterráneo y en las rutas de refugiados de toda Europa. ACNUR Proporcionar hielo refugiados con techos sobre sus cabezas, colchones, frazadas, alimentos y otro tipo de asistencia de emergencia.
Buenas noches, Que sucede con las personas que todavian estan en Siria existen programas paras sacarlos del pais. Que tienes que hacer donde hay que acudir. Alguien que me diga.
Por favor se quiero adaptar una niña a mi casa de Siria que tengo que hacer ?
Buenas noches, Que sucede con las personas que todavian estan en Siria existen programas paras sacarlos del pais. Que tienes que hacer donde hay que acudir. Alguien que me diga.