No cabe duda de que, en el contexto actual, continúan apareciendo novedades tecnológicas que tienen una repercusión directa en las relaciones de trabajo.
La aparición de nuevos empleos cada vez más digitalizados, el auge del teletrabajo o la utilización de sistemas de inteligencia artificial en las relaciones laborales, son ejemplos de la repercusión que tienen las nuevas tecnologías en el mundo laboral.
En este sentido, el Estatuto de los Trabajadores ha tratado de reajustarse a las nuevas exigencias tecnológicas.
En primer lugar, los nuevos desarrollos tecnológicos han provocado que muchas mercantiles desarrollen algoritmos o sistemas de inteligencia artificial que pueden llegar a incidir en la toma de decisiones.
En relación con estos nuevos sistemas, una de las principales modificaciones introducidas por la legislación laboral hace referencia a los derechos de información y consulta de los representantes legales de los trabajadores.
La modificación introducida por la Ley 12/2021, de 28 de septiembre, establece el derecho del comité de empresa a ser informado por la mercantil de los parámetros, reglas e instrucciones en los que se basan los algoritmos o sistemas de inteligencia artificial que afectan a la toma de decisiones.
Y todo ello, en la medida en que estas decisiones puedan incidir en las condiciones de trabajo, así como en el acceso y mantenimiento del empleo, incluyendo la elaboración de perfiles.
En segundo lugar, el crecimiento de las plataformas digitales de reparto continúa introduciendo novedades en la normativa laboral.
En relación con las plataformas digitales de reparto, la última modificación del Estatuto de los Trabajadores recoge la famosa presunción de laboralidad de los trabajadores de dichas plataformas.
Dicha presunción afecta a las personas que presten servicios retribuidos consistentes en el reparto o distribución de productos o mercancías por parte de empleadoras que ejercen sus facultades empresariales a través de una plataforma digital.
Sin lugar a duda, los avances tecnológicos están cada vez más asentados en las relaciones laborales. Es por ello por lo que, la normativa laboral ha de ir adecuándose a las nuevas exigencias de empresas y trabajadores en aras a una regulación lo más flexible posible que cumpla con las necesidades de ambas partes.
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