Obayashi Corp., con sede en Tokio, desveló el lunes un proyecto para construir un ascensor gigantesco que transporte pasajeros a una estación situada a 36.000 kilómetros de la Tierra.
En el proyecto previsto, para producir los cables para el ascensor espacial la empresa utilizará nanotubos de carbono, que son 20 veces más resistentes que el acero.
La idea de los ascensores espaciales ha sido descrita en varias novelas de ciencia-ficción. Sin embargo, según la compañía, Obayashi cree que es posible de construir uno en el mundo real gracias a los nanotubos de carbono, inventados en la década de los 90.
Otras organizaciones han estudiado también el desarrollo de ascensores espaciales, como la U. S. National Aeronautics and Space Administration (agencia espacial y aeronáutica estadounidense).
En el proyecto de Obayashi, sería necesario extender un cable a lo largo de 96.000 kilómetros o aproximadamente un cuarto de la distancia entre la Tierra y la Luna. Un extremo del cable se anclaría en un puerto espacial en el suelo, mientras que el otro estaría equipado con un contrapeso.
La estación terminal albergaría laboratorios y un espacio vital. La cabina podría transportar hasta 30 personas a la estación a 200 kilómetros por hora, lo que significaría un viaje de siete días y medio de duración. Los motores lineales magnéticos son uno de los posibles medios de propulsión para la cabina, según Obayashi.
Según la compañía, alrededor de la estación terminal se crearían, también, instalaciones de generación de energía a partir de energía solar, para transmitir energía a la tierra.
Fuente: Nanowerk