¿Puede la lechuga que está creciendo en nuestro patio trasero llegar a generar electricidad para utilizarla en casa?
Según investigadores del Ministerio de Agricultura estadounidense, podría llegar a suceder.
Un equipo de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, ha desarrollado un prototipo de película delgada que ya puede obtener suficiente energía a partir de productos de alimentación como para impulsar dispositivos que utilizan energía solar.
La clave está en la nanotecnología, el estudio de elementos moleculares básicos. Las plantas necesitan la fotosíntesis para crecer y sobrevivir, y eso implica convertir la energía solar para otros usos. aislando proteínas vegetales, los científicos están construyendo nanoestructuras que convierten directamente la energía solar en electricidad.
Entre otras cosas, los científicos están desarrollando formas de aplicar nanosensores a los cultivos para determinar las necesidades de agua y nutrientes con el fin de lograr que la agricultura sea más eficiente. El proceso puede administrar también justo la cantidad necesaria de plaguicidas y controlar de forma eficaz la escorrentía y los contaminantes.
De hecho, la nanociencia podría algún día suministrar nutrientes al cuerpo con mayor rapidez y eficiencia, ayudando a frenar la obesidad o a mantener un cuerpo sano.
Fuente: World News Report