Según una nota de prensa publicada por la Universidad de Pittsburgh, un equipo de científicos de dicha Universidad han sintetizado una molécula que no solo produce nanotubos perfectamente uniformes y auto-montados, sino forma lo que ellos llaman una «nano-alfombra». Los nanotubos se organizan en un area de conjuntos verticales que, magnificados por mil veces, se parece a las fibras de una alfombra. Como se forman en cuestión de horas en temperatura de ambiente, en teoría se podría reducir los importantes costes actuales relacionados con la sintetización de los nanotubos de carbón.
Además, a diferencia de otras estructuras de nanotubos, la sensibilidad de estos nanotubos hace que cambian de color como reacción a la aparición de distintos agentes, y se pueden manipular para que maten a bacteria como E.coli, mediante una sencilla perforación de su membrana celular.
En un artículo publicado en la Revista de la American Chemical Society, los científicos describen cómo lograron estas estructuras únicas de nanotubos con capacidad antimicrobial a través de un simple síntesis de un hidrocarbono y un simple compuesto de sal. Los avances logrados por este equipo de investigadores podrían formar la base para desarrollar productos en el futuro capaces de detectar y eliminar armas biológicas.
Según el profesor Russell, uno de los directores del proyecto, “En estas estructuras de nanotubos, hemos creado un material capaz de sentir el entorno. Refleja nuestro interés por desarrollar materiales capaces de detectar y también descontaminar armas químicas o biológicas». El objetivo final es crear una pintura que cambiaría de color en caso de un ataque de armas biológicas o químicas y, a la vez, destrozaría las sustancias mortales de las mismas.