IBM ha obtenido una subvención gubernamental de 4,9 millones de dólares de la agencia DARPA para iniciar la primera fase de investigación en «informática cognitiva» (construcción de ordenadores que piensan como cerebros vivos). Se espera que los nuevos ordenadores que imitan a los cerebros procesen grandes cantidades de datos para resolver problemas sin depender de algoritmos programados específicos. Mark Dean, Vicepresidente de IBM afirmó: «El reto está en que los ordenadores actuales son muy buenos en computación, pero lo que realmente necesitamos es un modo más eficaz de clasificar la información» [International Herald Tribune].
El interior de los ordenadores ya tiene el aspecto de redes neuronales, un mapa de carreteras estático de circuitos electrónicos. Pero en realidad el cerebro funciona creando y deshaciendo conexiones sinápticas entre las neuronas. Aunque los ordenadores de hoy en día destacan en la resolución de problemas complejos con unas reglas claras, como el ajedrez, fracasan en tareas sencillas que requieren de estrategia, sensibilidad, percepción y aprendizaje, como encontrar unas llaves extraviadas. IBM colaborará con cinco universidades para desarrollar un nuevo sistema de circuitos a nanoescala capaz de cambiar en función de las señales que circulen a través de ellos. Libres de las limitaciones de una función explícitamente programada, los ordenadores podrían combinar información dispar, valorarla en función de la experiencia, construir una memoria de forma independiente y quizá empezar resolver problemas de un modo hasta ahora reservado a lo que denominados «pensar» [BBC].
Fuente: Discover Magazine
¿La inteligencia es del cerebro?.
Según el paradigma enactivo (v. Maturana-Varela), la respuesta sería un ‘no’. Pues no se puede insertar la inteligencia en un sistema; sino que debe desarrollarse a través de la interacción de éste con el mundo circundante .
Pero a pesar de ser la enacción un modelo coherente de la que podría llamarse una gnoseología biológica, esta teoría deja de lado muchos puntos importantes que aún necesitan explicación:
Según mi opinión, con la IA, el ser humano contemporáneo participa del más conocido patrón biológico: la auto-replicación, la que se reflejaría en el afán de trascender en información-conocimiento. La supervivencia ya no es corporal, sino que mental. Esto entendido bajo el supuesto que la vida se conciba como un proceso, que implica el que no debe importar cual fuere el soporte físico cuando el contenido es lo importante y trascendentable.
Luego, si la vida es el resultado de un proceso, ¿cómo se explicaría el siguiente caso hipotético? : “Un Demiurgo crea ciertas reglas que fomentan ciertas características; se va… vuelve, y encuentra ‘vida’ “. Esta metafórica frase requiere ser analizada concienzudamente. Si un dato original hubiese sido creado a la merced de reglas con cierto propósito, evolucionará hasta transformarse en una especie de Demiurgo-beta capaz de crear otras reglas (de acuerdo a su concepción de realidad de la cual fue creado); el Demiurgo-beta se va… ¿encuentra vida al volver?, si la respuesta es ‘sí’, ¿el ciclo continuará?.
A partir de ciertas reglas dadas en el origen (en un universo creado para la vida: principio biotrópico), la evolución es predecible. Entonces, ¿por qué no experimentar con el final de la evolución? ¿Lo importante en IA será acaso “comprobar” que esto es posible (el crear vida-inteligente)?.
No obstante, cualquiera podría solucionar el problema eliminando de la hipótesis al tal Demiurgo. Pero el Demiurgo no es “alguien”; más bien debe entenderse como una abstracción de aquel momento inicial en que lo que es comenzó a ser (Big-Bang para unos, “hágase la luz” para otros). Y esto deducido del hecho de que si hay evolución es porque hubo un principio; una primera causa para comenzar a evolucionar; un propósito ya sea justificado o injustificado.
‘Inteligencia’ es una cualidad propia de los seres vivos; la vida, tarde o temprano, origina inteligencia. Finalmente, es necesario una especie de Inteligencia para crear otra inteligencia, y por este mismo hecho, una inteligencia origina vida. Si esto es cierto, la noticia es que es posible que el ser humano cumpla la función de Demiurgo y cree una especie de vida que sea derivada (pero no idéntica) de la propia realidad existencial humana. Pues, en este sentido, la evolución de cualquier tecnología es paralela pero posterior a la evolución humana, puesto que esta tecnología es una consecuencia de su existencia.