El primer paso en el tratamiento del cáncer es detectar la enfermedad temprano. Por desgracia, también es el paso más difícil. El método estándar consiste en tomar una muestra de tejido y ponerla bajo un microscopio, pero este método sólo funciona si existe una sospecha previa y requiere patólogos expertos. También se podría extraer sangre del paciente y buscar en ella muchos marcadores conocidos, pero pueden dar falsos positivos, por lo que no son pruebas definitivas. Ahora, hay una nueva esperanza para los pacientes con cáncer: una variedad de pruebas de nueva generación basadas en nanotecnología está a punto de abrirse camino en el mercado.
A continuación, se indican dos ejemplos. Científicos de la Facultad de Medicina de Harvard y del Massachusetts General Hospital (MGH) han desarrollado un dispositivo portátil que puede detectar el cáncer gástrico en una hora con un 96% de precisión. No es diferente del método de muestreo de tejido, pero se diferencia en su mayor precisión debido a la automatización del proceso. En la Universidad de California en Los Ángeles, los científicos están utilizando la nanotecnología para identificar y recolectar las células tumorales circulantes que desempeñan un papel importante en la metástasis del cáncer, al propagar la enfermedad por el cuerpo. Ambos resultados se publicaron a principios de esta semana.
El grupo de Harvard desarrolló un microchip que contiene una disolución con nanopartículas magnéticas. Estas nanopartículas están diseñadas para unirse a 11 proteínas que se encuentran comúnmente en el cáncer gástrico. El microchip está conectado a un teléfono inteligente que tiene el software para analizar los resultados de la unión con rapidez. Cuantos más tipos de proteínas se enlazan, mayor es la precisión del sistema, pero bastan sólo cuatro proteínas enlazadas para dar una precisión del 96%. Esta proporción es mejor que la obtenida con el examen de los tejidos realizado por un humano, al eliminar los errores humanos.