En
1980, un disco duro podía almacenar alrededor de medio megabyte de
datos en 6,5 centímetros cuadrados de espacio en disco; ahora, los
fabricantes se están acercando a un millón de megabytes de datos
por 6,5 centímetros cuadrados.
1980, un disco duro podía almacenar alrededor de medio megabyte de
datos en 6,5 centímetros cuadrados de espacio en disco; ahora, los
fabricantes se están acercando a un millón de megabytes de datos
por 6,5 centímetros cuadrados.
Una
tecnología experimental llamada memoria molecular, que almacenaría
datos en moléculas individuales, promete otro aumento de hasta 1000
veces en la densidad de almacenamiento. Sin embargo, los esquemas
previos de memoria molecular se han basado en sistemas físicos
enfriados a temperaturas próximas al cero absoluto. En la edición
en línea del 23 de enero de la revista Nature,
un equipo internacional de investigadores liderado por Jagadeesh
Moodera, investigador senior del Departamento de Física del MIT y
del Laboratorio Francis Bitter Magnet, también del MIT, describe un
nuevo esquema de memoria molecular que funciona a una temperatura
próxima al punto de congelación del agua, lo que en la jerga física
se denomina «temperatura ambiente».
tecnología experimental llamada memoria molecular, que almacenaría
datos en moléculas individuales, promete otro aumento de hasta 1000
veces en la densidad de almacenamiento. Sin embargo, los esquemas
previos de memoria molecular se han basado en sistemas físicos
enfriados a temperaturas próximas al cero absoluto. En la edición
en línea del 23 de enero de la revista Nature,
un equipo internacional de investigadores liderado por Jagadeesh
Moodera, investigador senior del Departamento de Física del MIT y
del Laboratorio Francis Bitter Magnet, también del MIT, describe un
nuevo esquema de memoria molecular que funciona a una temperatura
próxima al punto de congelación del agua, lo que en la jerga física
se denomina «temperatura ambiente».
Por
otra parte, mientras que los esquemas previos requerían intercalar
las moléculas de almacenamiento entre dos electrodos
ferromagnéticos, el nuevo esquema requeriría un único electrodo
ferromagnético. Eso podría simplificar en gran medida la
fabricación, al igual que podría hacerlo la forma de las moléculas
de almacenamiento en sí: dado que constan de láminas planas de
átomos de carbono unidos a átomos de zinc, se pueden depositar en
capas muy finas con arreglos muy precisos.
otra parte, mientras que los esquemas previos requerían intercalar
las moléculas de almacenamiento entre dos electrodos
ferromagnéticos, el nuevo esquema requeriría un único electrodo
ferromagnético. Eso podría simplificar en gran medida la
fabricación, al igual que podría hacerlo la forma de las moléculas
de almacenamiento en sí: dado que constan de láminas planas de
átomos de carbono unidos a átomos de zinc, se pueden depositar en
capas muy finas con arreglos muy precisos.