Aviones sin ruido

Un avión silencioso

Según un artículo publicado el 7 de noviembre de 2006, un grupo de ingenieros ha desvelado lo que esperan será el futuro de las aerolíneas comerciales: una aeronave tan silenciosa que nadie podrá oirá nada fuera del aeropuerto.

El SAX-40 consumirá un 25% menos de fuel que los aviones modernos y podrá llevar 215 pasajeros hasta 5.000 millas náuticas (9.250km) a una velocidad máxima de 965km/h. El concepto de diseño de ala combinada, que llegará al servicio comercial en el 2030, es el resultado de la iniciativa Silent Aircraft Initiative (SAI), un proyecto de colaboración de tres años y 2,3 millones de libras, entre la Universidad de Cambridge y el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Aunque las líneas aéreas llevan en funcionamiento más de medio siglo, el diseño básico de las aeronaves no ha cambiado: un tubo a modo de fuselaje con motores colgando bajo las alas. La forma del SAX-40 es más aerodinámica, con lo cual produce menos turbulencias y, por tanto, menos ruido.

Con cientos de micrófonos, los ingenieros comprobaron el sonido que producen muchos de los nuevos componentes. Su simulación predijo que el ruido del nuevo avión sería de 63 decibelios en el perímetro del aeropuerto, el equivalente al de una calle concurrida.

“Es el diseño integral del sistema lo que permite el bajo nivel de ruido y no una tecnología concreta”, afima Zoltan Spakovsky, del MIT. La idea principal para reducir el ruido ha sido la de poner los motores sobre el cuerpo del avión, de este modo el fuselaje refleja las ondas sonoras hacia arriba, alejándolas del suelo. Además, se han simplificado las alas, eliminando los flaps y slats, una de las principales fuentes de ruido durante el aterrizaje de un avión.

Otras ideas han sido forrar los motores con materiales que absorben el sonido y hacerlos más largos, de modo que es posible añadir silenciadores acústicos en sus extremos. También cuentan con boquillas ajustables que retienen el ruido durante el despegue y se abren, posteriormente, a una altitud de navegación para maximizar la eficiencia del combustible.

«Nuestro objetivo principal era disminuir el ruido, pero al principio del proyecto no sabíamos cuál sería el impacto sobre el consumo de combustible», afirma la Prof. Ann Dowling, de la Universidad de Cambridge. Finalmente, «el diseño ha reducido tanto el consumo de combustible como el ruido, pero probablemente, olvidándonos del ruido podríamos haber conseguido una reducción aún mayor del consumo de combustible».
John Green de Greener by Design, que promueve la aviación sostenible, se mostró inicialmente escéptico acerca de esta iniciativa. «Tres años después he de reconocer que la SAI ha superado considerablemente mis expectativas», afirma.

El diseño conceptual será puesto en práctica ahora por las empresas colaboradoras de la iniciativa, entre las que se encuentran Boeing, Rolls-Royce y British Airways. Sin embargo, el desarrollo del SAX-40 en un avión comercial tardará varias décadas.
«Se trata de un diseño conceptual y todavía hay numerosas barreras tecnológicas que habrá que superar antes de utilizar esta tecnología para un uso comercial», afirma Cesare Hall, ingeniero de la Universidad de Cambridge. Mencionó, por ejemplo, el desarrollo de los materiales compuestos necesarios para construir el casco oval o la mejora de los motores jet actuales para que funcionen con el diseño del SAX-40.

Fuente: The Guardian


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