INCONGRUENCIAS

Hace apenas una semana se me ocurrió estar atento a las incongruencias que yo, simple ciudadano, podía detectar en mi vida normal y durante el transcurso de unos días. Decidí que fueran siete . Resultaría curioso jugar a observar en esas fechas cuantos hechos, declaraciones o actitudes no están de acuerdo con la lógica de los hechos entre sí. Es frecuente comprobar la falta de conexión de unas ideas palabras o principios respecto a otros que se consideran frecuentemente como indiscutibles.

No te puedes imaginar lo divertido y a la vez perverso, que resulta ejercer de “voyeur reflexivo”.
Me hice el ánimo de estar atento y adelante.

LA MODA

El primer día y nada más pisar la calle me encontré que en la acera, y delante de mí, caminaba una joven de unos cien kilos de peso con vaqueros a un tercio del canalillo posterior barriendo literalmente la acera, apoyados casi en el pubis, para lucir un hermosísimo salvavidas sebáceo y sonrosado que colgaba de una camiseta , talla M, supongo, que a mi nieta de doce años le podría resultar justa.

En la misma acera y sólo a unos cuarenta pasos me crucé de cara con una belleza joven, rubia, delgada y con esa cara angelical y luminosa, que se les hace a las embarazadas.. . Lucía a su vez, con evidente orgullo, una aparente sandia sonrosada pegada al abdomen.. Otra camiseta, probablemente ajustada a su talla siete u ocho meses antes, ayudaba a resaltar un vientre agresivo a la vez que esplendoroso, coronado por un ombligo a punto de estallido.


Las dos se sentían sin duda a la moda.

Ya lo sé: la moda en sí fuerza a esas incongruencias. Pero es que la misma moda ¿ no es en ocasiones incongruente?. Que me expliquen esos desaliñados “diseñadores” qué les impulsa a incitar a las jóvenes a enseñar esos tirantes que en tiempos de mi madre eran ocultados porque en la época eran señas de una intimidad vergonzante; su anchura y sus presillas denunciaban el peso y volumen de lo soportado. En aquella época se llamaban sostenes porque su función, como ahora, era la de sostener lo que se podría descolgar o desparramar. Ahora se les llama sujetadores, que aun teniendo el mismo cometido de sostener o sujetar, muchas veces no está claro qué es lo que sujetan. Yo creía que entre la anorexia, las prótesis y la comodidad, unida a la libertad que llegó también a los senos, iba a sucumbir el artilugio sostenedor. Pues no. .Ahora resulta que hay que insinuar que se tiene lo que muchas veces apenas existe. Si te fijas deberíamos preguntarnos para qué los dichosos tirantillos, que, además, en esta moda deben destacar por su color bien distinto al de la prenda principal. Mi mujer me aclaró:
«Cuando no hay se inventa, que en eso las mujeres somos sabias, y los hombres ciegos«.
Instintivamente pensé responderle «y a la hora del tirón, de los segundos fuera ¿qué?….

Me callé a tiempo porque en esos momentos me respondí yo mismo:.. «el cerebro se baja a la entrepierna y …efectivamente manda la impetuosa ceguera«

Y es que somos los hombres los incongruentes, mientras las mujeres son perfectas (esto último lo dedico a mi mujer, claro).

SEÑALES

No tengo estadísticas pero seguro que estamos entre los países peor señalizados del mundo.
No se te ocurra, como a mí, buscar una dirección tarjeta en mano, porque te puedes llegar a cabrear con “b” de borde. Y no hablo sólo de mi pueblo. Seguro que en el tuyo también. hay calles, distritos enteros, sin un solo rótulo que te aclare dónde te encuentras. Y como los nombres de las calles no sean aquellos por los que las nombran los nativos, o preguntas a un inmigrante ruso ,que siempre es a quien te diriges, estás, nunca mejor dicho, perdido. Y si tienes suerte te espera lo más difícil. Encontrar ordenados los números es de auténtica osadía.
Cuando soy victima, y me sube la temperatura de mi cólera, pienso que alguna vez debería tocarle la china al Alcalde o al Concejal de la cosa. Pero no en su pueblo, no, en una ciudad desconocida porque ahí no encontraría disculpas.¿Tan caro es un cartel de hojalata con letras impresas?. Yo no pido filigranas de hierro o de azulejos que a menudo son una horterada.

Sólo pido lo más simple con tal que orienten al sufrido ciudadano venga de donde venga y vaya donde vaya.

Me pregunto si lo que permanece en el subconsciente de los responsables será por aquello que nos decían de pequeños., Aunque, vaya Ud. a saber con lo complicado que es el mundo de los complejos.

El tema no es baladí porque, recuerda, amigo mío, lo complicado y detectivesco que resulta encontrar dónde aligerar cuando estás en un Centro Comercial.¡ Dios mío!…como no encuentres un empleado a tiempo te lo haces encima. Parece que hay recato en indicar las cosas más humanas. Vete si no, a esos Grandes Almacenes, ejemplo mundial de comercialización, y verás lo que es bueno. Siempre oculto y siempre con pocas o ninguna señal y, por supuesto siempre “arriba”.

Te embelesan para que pierdas muchas horas mirando y comprando. Hay cosas para la señora, para la casa, para el caballero, para el niño, para comer, para el cole , para música , para leer, para dormir, para el deporte…..¡.miles y miles de ofertas!. Pero de tus necesidades físicas irreprimibles y urgentes ni flower.. Apáñate y busca que eso no es rentable.
Y es que, simplemente en España, o no se indica por donde ir o se indica mal. Hasta hay confusión en algunas señales de autopista.¿Recuerdas la ocasión en que casi te matas?
¿Fallos, olvidos, despiste?. Lo que quieras, pero imperdonable. Somos un País Turístico y depender cada día más de nuestros visitantes, obliga a indicar suficientemente donde se está, cómo ir, y donde hacer pis. Incongruencia supina.

LA PRENSA

Una mañana, como todos los días, compré la prensa. Y, también como todos los días, El MUNDO presentaba en primera página la consabida y cargante confabulación del 11 M. Con “el chino” y el Juez Del Olmo, una vez más, como protagonistas. ¿No es una incongruencia que a estas alturas y a punto de empezar las nuevas elecciones todos los días se nos obsequie con otra entrega de la fábula que le hubiese gustado al P.J. ? Y ¿no es más incongruente que la oposición siga los pasos que marca un periódico? Y es que la cavernaria que él representa nunca supo perder, y leer lo que les gustaría que fuese cierto, es realmente “consolador”.

En el Siglo XXI :pensar que el pueblo llano es ingenuo es una incongruencia muy destacable. Pero seguir a los hombres que se creen “Superman”.es otra todavía mayor. ¿Aún no se han dado cuenta que ese personaje de ficción es del siglo pasado?

El PAIS traía otro episodio de la guerra entre el Presidente Camps y el insaciable Zaplana. El uno manda en la Comunidad Valenciana y el otro, que le cedió su sillón y sus arcas en quiebra, para empezar, no abandona. El Ex. lo quiere todo: repicar en Madrid y presidir la procesión en Valencia. Quiere el plato y las “tajás” No se contiene cuando ve la oportunidad de disfrutar de eso tan apetitoso que se llama manipuleo. Del mismo Partido y bebiendo del mismo catecismo….¡Viva la incongruencia!.. La incongruencia no es de La POLÍTICA; es de los que la emponzoñan .

LA IGLESIA

El fin de semana nos trajo, no las lluvias que se nos anunciaron, sino una tormenta Vaticana. El Papa, que antes fue el brazo armado de la Iglesia contra los impíos teólogos disidentes, o sea no sumisos a su criterio, ahora, probablemente aconsejado por sus “asesores de imagen”, se suelta unas declaraciones en Radio Vaticano que no tienen desperdicio: “El Catolicismo no es un cúmulo de prohibiciones sino una opción positiva……. Se debería corregir la imagen según la cual sembramos en torno a nosotros rígidos NO”.(sic).

La pregunta es simple ¿Quién se ha ganado con su rigidez y falta de flexibilidad esa imagen? La respuesta es todavía más fácil: La Congregación para la Doctrina de la Fe que Su Santidad ha gobernado en el reinado de Juan Pablo II ( “EL Santo”).La Iglesia no tendría esa imagen si no se la hubiese ganado ella solita con su renacida Inquisición.

Buena incongruencia con Tiara Papal incluida.¿No crees? Al menos eso es lo que vemos quienes somos “el pueblo de Dios”.

Pero esta noticia, que redondeaba la semana, vino acompañada por otra más importante incongruencia; esta vez con capelo cardenalicio y solideos morados en mogollón.
Resulta que después de la noticia papal, la Conferencia Episcopal Española, que tanto vela por nuestra unidad, le atiza un estacazo prohibitivo a un libro sobre Teología por “ incitar a pensar y hablar desde la libertad.”, según su autor. Me sacudo la cabeza como un perro mojado porque debo ser tonto o estoy borracho sin beber ni agua ¡.Es la incongruencia del año!…: ¡Nada menos que los Obispos en nombre de la Iglesia Española le hacen una turuleta al Papa.! Y yo digo.¿ No será que el viaje papal resultó un tanto fulero (la mitad de los asistentes previstos) y ahora quieren demostrar que son más papistas que el mismísimo Papa?. Y no sigo porque igual me excomulgan .

Como ves las incongruencias de los hombres nos asedian. Los siete días de vigilancia se han quedado en dos, por la importancia excepcional de los últimos. Los otros trajeron más y muy sabrosas que te relataré otro día .

Yo, como tú, pienso que los ciudadanos de 2ª también somos incongruentes en muchas cosas. De acuerdo; pero las nuestras no hacen tanto daño. Jugar en Primera es muy comprometido.

Recomiendo la lectura del artículo de 9/9/2006 del diario El País» «Los teólogos nos hemos quedado solo con el miedo«.

Buenas noches y hasta la próxima.

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  1. Anónimo 18 años ago

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