ESPERAMOS OTRO RODRIGO?

La historia siempre muestra paralelismos, semejanzas o similitudes en distintos tiempos. Por ello también decía Vico que “la historia e corsi e ricorsi”, se repite, vuelve.

Pero en el caso de nuestro país esas repeticiones se advierten en los hechos protagonizados por quienes tienen en lo político, en las costumbres y en los estilos lo que podría entenderse como caracteres genéticos similares.

Vale la pena comparar dos momentos históricos. Con la gravedad para el segundo de no aprovechar la experiencia del primero y crear un marco de riesgo similar al que ya ocurriera.

1.- AGRADECIMIENTOS. En el año 1975 los gremios que suscribían acuerdos salariales en el marco de las famosas paridarias de ese año concurrían en manifestaciones a la Plaza de Mayo con carteles que decían “Gracias Isabel”, por entender que las conquistas logradas se habían posibilitado como consecuencia de las dotes demostradas por la Presidenta en la conducción del Estado al que le tocaba conducir por herencia constitucional.

En el año 2007 asistimos a montajes escenográficos que acogen a los sindicalistas que anuncian sus acuerdos frente al Presidente al que también agradecen el haber creado las condiciones para sus logros profesionales.

Entre tantos agradecimientos no puedo dejar de lado un recuerdo muy gracioso gracias al humorista Viutti. Como dije, los sindicatos se manifestaban con carteles que decían “Gracias Isabel”, pero esas manifestaciones no siempre terminaban pacíficas ya que salían a relucir los problemas intragremiales y se originaban feroces grescas por lo cual debía intervenir la policía.

Según Viutti estos corrían a los manifestantes con carteles que decían “De nada”.

2.- INCREMENTOS SALARIALES. En 1975 y como parte de la ficción que se vivía el Ministerio de Trabajo pretendía engañar al de Economía y a la opinión pública haciéndoles creer que los incrementos salariales acordados eran inferiores a lo que realmente eran. Así fue que, a las partes suscribientes y bajo amenaza de no homologar el acuerdo, les daban instrucciones por las cuales sólo debía figurar un 45%. Para ello debían disfrazar la base en lo que y por primera vez se llamó “salario conformado” al cual aplicándole un 45% daba cualquier cosa. De esto fui testigo, nadie me lo contó ni lo leí en ninguna parte. Podría dar nombres y circunstancias

En el año 2007 los gremios y siempre frente al Presidente marcan la pauta, esta vez del 16,5%, como techo de incremento y al cual deben ceñirse todas las agremiaciones. No importa a cuanto ascendió en la realidad el incremento gracias a esos vericuetos insondables que tienen las convenciones colectivas de trabajo en razón de las particularidades de cada profesión. Así fue denunciado y también, por lógica, desmentido.

3.- CONTROL DE PRECIOS. En el año 1975 existía un control de precios ya medio desnaturalizado dado que se venía prolongando demasiado y ya se sabe que es una medida que la doctrina sólo admite con carácter muy excepcional y por un corto período.

Pero como es un recurso al que el populismo suele recurrir a pesar de las sabidas consecuencias lo que suele hacerse es montar esas ficciones que le son muy propias y que a nadie engañan, menos a las reglas naturales de la economía.

En aquel año se desató un mercado negro muy fuerte, una baja notable en la calidad de los productos y por fin un notable desabastecimiento. Esto último, según las ficciones oficiales, obedecía al crecimiento y al mayor poder adquisitivo. Tan curioso era esto que uno de los productos que más escaseaba era el papel higiénico, lo que se hacía notar con sentido gracioso.
En este 2007 el control de precios no es tan establecido normativamente sino que transita por carriles nuevos, pero siempre auténticamente propios del populismo como lo son la extorsión, la amenaza, el atropello, la descalificación y cualquier otra acción reñida con la civilización.

Ya se notan, en el mismo escenario de ficción, la baja calidad de algunos productos, la rebaja en la cantidad por el mismo precio ya sea en litros o gramos. Se inventan adicionales a los precios sólo para que el costo de vida tome nota de un inalterable precio base y es por ello que ahora los combustibles pagan “servicio de playa” que es un incremento en los costos totalmente directo. Y así ocurre con muchas cosas pero siempre en defensa de los intereses del pueblo aunque para ello haya que engañarlo piadosamente como parte de una estrategia que hace a su definitiva felicidad.

4.- MANIPULACIÓN DE DATOS. Si bien podemos coincidir a través de estos ejemplos en que la historia parece repetirse también debemos señalar que el asombro no se colma y nuevas ejemplls amplían el panorama.

Cabe citar el desastre que se ha hecho con el INDEC en el afán de manipular los datos estadísticos, especialmente los relacionados con los índices de precios. Dibujarlos como diría más sencillamente cualquier ciudadano de a pie.

Una institución que ha sido profesionalmente respetada, aún por gobiernos como los del proceso y frente a datos que no les convenían en sus políticas absolutistas, ahora ha sido avasallada como una manera más y totalmente grotesca de seguir alimentando la ficción.

Pero para mayor asombro días pasados y en ese estilo genuino de la farsa populista que cree que con manifestaciones, bombos, gritos y atropellos todo queda arreglado salieron a la calle a vivar al secretario de comercio por el índice del costo de vida, Con sólo ver la foto de los que vivaban no parecía muy creíble que semejante purismo técnico los hubiera emocionado hasta la excitación. Seguramente el sándwich y la bebida, que los arrastró desde su necesidad, este mes han costado mucho más que lo que dice el costo de vida, claro que como se pagan con recursos oficiales de la caja política esa diferencia no la advierten los farsantes que los obligan lucrando con su hambre.

Pero no deja de ser emocionante y singular que haya una manifestación a favor del índice de costo de vida. Puede ser que ese progreso cultural por lo estadístico nos proporciones otra ocurrente manifestación pública, podría ser a favor del sistema métrico decimal, por ejemplo.

5.- RODRIGAZO. Esa ficción del año 1975 llevó a que un día apareciera en escena y como Ministro de Economía un poco conocido señor llamado Celestino Rodrigo que, como en el cuento del león sordo, se le dio por sincerar las variables de la economía o por destapar la olla como podría decirse en términos más entendibles.

Muchos recordarán la que se armó. Los precios para cualquier lado, el dólar por la nubes, los acuerdos salariales se rompían a pesar de los agradecimientos, desaparecieron los productos y el caos se instaló en todas partes. La historia ha registrado este episodio como “El Rodrigazo” y en verdad absoluta el Ministro Rodrigo sólo fue el que quiso terminar con la ficción, quiso o le ocurrió porque tampoco parecía dar para tanto ni tampoco serle muy fácil de intelectualizar cualquier medida en el marco de ineptitudes y vergüenza nacional que se vivía.

6.- FICCIONES. Eso es lo que ha enseñado la política de ficción, que es la que se sigue aplicando con tozudez y esmero patoteril.

Hay más salvaguardas financieras como para que no ocurra lo mismo que en 1975, pero si se sigue insistiendo parecerá que se está evocando la aparición de un nuevo “Rodrigo”.
Todavía falta mucho para las elecciones, son en octubre, y la economía es de todos los días.

Luis Antonio Barry – Buenos Aires, mayo de 2007.-

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