¿Sólo «digitalizar»? Hay que liderar la disrupción digital (apostar con ambición por la IA)

No basta con digitalizar, hay que liderar la disrupción digital.  El discurso de la «digitalización» y la transformación digital es loable pero insuficiente, a veces bastante ambiguo y se presta frecuentemente a confusión.  ¡Claro que necesitamos que se digitalice la economía! Incluso en su conjunto una economía sólo será sólida y posicionada en el futuro si es 100% digital.

Pero lo cierto es que la autoridades se sienten sobrepasadas con tantos frentes abiertos: IoT, blockchain, comercio online, plataformas, IA, Data… y esto lleva a cierta inacción.

Es la Inteligencia Artificial…

Lo peligroso de esta pasividad es que algunas cosas son absolutamente decisivas. Puede que los árboles no nos dejen ver el bosque. La IA lo cambiará todo, es la nueva electricidad señala Andrew Ng. Y el nuevo fichaje de Apple, procedente de Google, John Giannandrea, sostiene que la IA hará más por la humanidad que el fuego o la electricidad. Y todo esto muy rápidamente, en muy pocos años. El ritmo lo impondrán los países que lideren sin reservas y con ambición la actual revolución tecnológica.

Para cualquier economía tendrá un alto coste quedar como un jugador secundario internacionalmente en Inteligencia Artificial (IA).   La IA es un factor fundamental, imprescindible para dar ambición y relevancia a las otras revoluciones en torno a la tecnología ya mencionadas (Blockchain,  Data, IoT, Impresión 3D, realidad virtual…) . Su papel debería ser absolutamente central. Necesitamos formación, talento, startups, empresas relevantes en IA si no queremos convertirnos en una economía dependiente, lenta en liderar innovaciones disruptivas en todos los sectores.

El «buzz» actual se centra en el nuevo mantra de la digitalización y la transformación digital. Estos conceptos los redefinimos continuamente, apenas al cabo de unos pocos meses. Las empresas se sienten sobrepasadas. Cualquier consultor tiene una solución genuina y «única». A veces una trampa que les aleja de estándares desde los que «pivotar».   Y lo peor es que para muchos sectores y empresas no bastará ya con ser «transformado» a un ritmo pausado y digerible. Habrá que ir más deprisa, actuar con mayor ambición si no quieren ser «aniquilados», «canibalizados» (en el mejor de los casos), etc.

Ante este panorama hay que dar alguna estrategia sólida y esperanzadora a medio plazo. La única con la entidad y transversalidad suficiente es la IA: capaz de revolucionar la producción, el comercio, el transporte, o la medicina, la educación, y los servicios en general.

La  economía en su conjunto pueden alcanzar el liderazgo necesario a través de la IA y sus potenciales aportaciones en todos los campos. El lema ilusionante y estimulante para un país debería ser «atrévete, sé disruptivo, no seas objeto de disrupción«. 

 

Be disruptive, don´t be disrupted

La IA puede crear potenciales brechas económicas entre países

El Presidente Macron ha dejado patente (en Wired), tras la enorme apuesta China y estadounidense (ralentizada por la Administración de Trump) que una fuerte inversión de un país en el desarrollo autóctono de la Inteligencia Artificial no es una opción.

Sin embargo, bastantes países europeos se comportan como si el tema no fuera con ellos… Hablan poco incluso de transformación digital, no digamos de IA.  Las industrias y empresas de estos países tienen todas las papeletas para pagar cara su pasividad. Serán muy probablemente objeto de disrupción. Están muy lejos de convertirse en «disruptores».  Europa, como es usual centra su estrategia en la regulación, no prioriza una estrategia de liderazgo, al estilo de China o Estados Unidos. Nos preparamos para parar golpes, no para darlos.

disrupocion

Fuente Imagen: by Intersection Consulting

Diferencias importantes en el posicionamiento en la IA alterarán el estatus económico mundial. No sólo está en juego la hegemonía mundial sino la competitividad económica y empresarial entre los diferentes países.  La actual situación está definida por un duelo entre China y los gigantes tecnológicos estadounidenses. 

La IA y la revolución digital actual obligará a reinventar la economía

El World Economic Forum aportaba recientemente un prometedor título: «Los avances en IA están reescribiendo toda nuestra economía» (1).  Desafortunadamente su contenido cae en el tópico de un mercado de trabajo donde los empleos son destruidos.

Mientras tanto tenemos 800.000 vacantes en Europa de empleos no cubiertos, además de un déficit absoluto de ingenieros relacionados con la computación y una necesidad de hibridar la computación con todas las disciplinas científicas y profesionales (medicina, arquitectura, economía, biología, derecho…). Todo esto adobado con los problemas actuales de empleabilidad universitaria con  los actuales títulos. 

Mantengo que la tecnología actual, especialmente la IA unida a Blockchain, IoT y otras, producirá una gigantesca convulsión en nuestros actuales sistemas económicos. Los conceptos de producción, precios, consumo, utilidad, empleo, dinero, distribución, escasez, renta… tendrán que ser revisados profundamente. Ver al respecto Retos para la Ciencia Económica derivados de la era digital.

Blockchain por ejempl,o está llamado a generar una disrupción muy relevante en empresas que son «disruptoras» y que acaban de nacer como Airbnb o Uber.  Y también lo harán en muchos servicios como la Banca o la educación, de hecho, en cualquier plataforma o negocio en torno a la intermediación y la autentificación segura. Algunos sectores económicos serán irreconocibles en muy pocos años.

Hace casi dos años escribía las 10 revoluciones que nos cambiarán en el diario EL PAÍS distinguiendo entre lo que había en ese momento y lo que estaba por llegar..  Hoy el grado potencial de implantación de una tecnología disruptiva como Blockchain está infinitamente más extendido en multitud de sectores mucho más allá de las criptomonedas. En breve, pasará lo mismo con la IA.

El riesgo de la zona de confort política

Los amigos de la zonas de confort asumen serios riesgos. Aún no hemos asimilado los ritmos de la innovación actual y de desarrollos recientes ya obsoletos. la mayor parte de los políticos europeos  apenas introducen en sus discursos vagamente la necesidad «transformación digital».  Parece que esperan a que el vecino haga algo. En los debates televisivos de las pasadas elecciones generales en España ningún candidato pronunció la palabra «digitalización», «economía digital», IA, desarrollo tecnológico, etc. (Ver al respecto La economía digital no está entre las prioridades políticas: 13 razones por las que debería estarlo). 

Más de un 36% de tasa de desempleo juvenil, déficit absoluto de ingenieros, problemas de empleabilidad creciente para los titulados universitarios. Sin conciencia de la necesidad de introducir el pensamiento computacional en la educación primaria y secundaria (gracias Nuria Oliver) e hibridar títulos universitarios (2). Un panorama en el que según algunas estimaciones desaparecerán el 50% de los empleos actuales y de los restantes el 90% cambiarán notablemente.

Así las cosas nos encontramos en la mayor parte de los países europeos sin los deberes hechos y en puertas de una «tormenta perfecta» que lo zarandeará todo. La IA no agota las posibilidades de una disrupción todavía mayor. Habrá otras olas superpuestas.

Habría que preguntarse qué pasaría si a las redes 5G inminentes se une la computación cuántica o simplemente Google, Apple, Amazon, Microsoft, nos ponen al día del estado de desarrollo de sus investigaciones y avances reales en torno a la IA / Data  aplicados a este o aquel campo… Por no hablar de lo que China lleva entre manos. ¿Cuántas empresas, sectores o países están preparados para esta innovación exponencial?

Hace falta más «Macron», más Estonia, menos regulación defensiva y discurso apocalíptico, más estrategia y liderazgo,  más prioridad  y mejor inversión en educación, mayor apuesta por el talento, más pensamiento computacional… Menos políticas de avestruz, menos zonas de confort: más IA.  

En nuestro país el Comité de expertos (al que pertenezco) asesora el impulso de un Libro Blanco sobre la IA y el Big Data por parte de la Secretaría de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital. Es un debate enriquecedor. Ojalá podamos sentar las bases para una  fuerte apuesta política sobre la IA en España.

Cuando hay una disrupción tecnológica, el liderazgo importa«, dice Andrew Ng. Pues eso.


2 Respuestas

  1. Juan Gomis 7 años ago

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