jueves 4 de diciembre de 2008

Cómo y dónde guardar los adornos de Navidad

Algunos consejos para ahorrar tiempo y dinero cuando llegue el momento de deshacer la decoración navideña y guardar los adornos de navidad hasta el año que viene.

1. Utilizar contenedores de plástico transparente: son geniales porque podemos ver el contenido, por lo que no hace falta perder tiempo etiquetando cada caja. Además, el plástico ayuda a proteger el contenido de la humedad. A la hora de apilar las cajas, hay que asegurarse de colocar las de mayor peso y tamaño debajo y las más pequeñas arriba.

2. Empaquetar los abalorios: colocarlos en pequeñas cajas como las de zapatos. Si se utilizan muchas tiras de abalorios, las cajas más grandes podrían ser demasiado pesadas. Para evitar que se enreden, colocar cada tira en una bolsita plástica. Otra opción es envolver cada tira alrededor de un canutillo de un rollo de papel acabado y pegar los extremos con cinta adhesiva.

3. No amontonar de cualquier forma las luces de navidad y no guardar demasiadas luces en la misma caja. La caja resultará demasiado pesada y las luces del fondo se podrían dañar. La luces se enredan fácilmente por lo que conviene empaquetar cada tira de luces por separado o envolverlas alrededor de un canutillo de papel o algo similar y meterlas en bolsas plásticas.

4. Ahorrar espacio con decoraciones plegables: los arcos hechos de cintas con alambre se pueden doblar y volver a abrir al año siguiente. Las serpentinas y guirnaldas con alambre se pueden enrollar. No es necesario doblarlas a menos que necesitemos ahorrar espacio.

5. No aplastar las coronas: las coronas se pueden apilar en cajas más grandes, pero es necesario envolver cada una de ellas con plástico de burbujas. Si no se envuelven no se deberían apilar.

6. Envolver los adornos de Navidad adecuadamente: se deberían envolver de forma individual en papel de seda blanco o en plástico de burbujas si necesitan más protección. Dado que la mayoría de los adornos son ligeros se pueden almacenar en cajas grandes. Si se conserva el embalaje original de los adornos es mejor meterlos en él antes de colocarlos en la caja.

7. Proteger la decoración navideña de la humedad: si vivimos en un clima húmedo puede no ser suficiente con utilizar recipientes de plástico. Colocar bolsitas de gel de sílice en cada recipiente para evitar los daños causados por la humedad. En caso de no encontrar a la venta bolsitas individuales se pueden hacer envolviendo unas cucharaditas de gel de sílica en papel de seda blanco y cerrándolo bien con cinta ahdesiva. Colocar varias bolsitas en la caja.

8. Proteger de temperaturas extremas: los adornos delicados, como los hechos de fotos o de cera pueden ser sensibles a la temperatura, por lo que conviene almacenarlos en una zona climatizada o podrían deteriorarse, derretirse o pegarse unos a otros.

9. Marcar las cajas para identificarlas: poner alguna etiqueta o lazo rojo a todas las cajas que contengan adornos de Navidad, con el fin d epoder identificarlas fácilmente el próximo año aunque estén almacenadas junto a otras cajas que no tengan nada que ver con ese tema.

10. Tirar lo que sobre: algunas personas tienen tendencia a guardar todo tipo de cosas por si le encuentran algún uso más tarde, pero no merece la pena malgastar espacio en almacenar adornos que sabemos que no vamos a volver a utilizar (a menos, por supuesto, que tenga algún significado sentimental).

Fuente: Creative homemaking