Supercomputación en un solo chip

Según un artículo publicado esta semana en Reuters, IBM afirma haber realizado un avance en la conversión de señales eléctricas en impulsos de luz que podría acelerar la fecha en la que la supercomputación, que actualmente requiere máquinas enormes, se pueda realizar en un solo chip.

En la investigación, publicada en la revista Optics Express, IBM afirma haber producido moduladores electro-ópticos entre 100 y 1.000 veces más pequeños que los moduladores fotónicos de silicio equivalentes y lo suficientemente pequeños como para caber en un procesador.

Conectando los núcleos de procesamiento en un chip por medio de luz, en lugar de cables, se podrían resolver los problemas habituales de consumo elevado de energía y de calor generado por los procesadores multinúcleo.

IBM afirmó, también, haber alcanzado un «hito» en la búsqueda de conectar cientos o miles de núcleos de procesamiento en un diminuto chip. Para hacerse una idea de lo que supone, basta señalar que tan solo hay nueve núcleos en el sofisticado procesador de la PlayStation 3 de Sony.

Según Will Green, científico que dirige el proyecto de IBM, el uso de la luz en lugar de cables para el envío de información entre los núcleos podría ser hasta 100 veces más rápido y utilizar 10 veces menos energía.

Green señaló que IBM ha utilizado herramientas y procesos industriales estándar para fabricar los diminutos moduladores electro-ópticos de silicio Mach-Zehnder, por lo que el equipo confía en poder replicar el proceso de forma comercial, aunque probablemente tarden al menos una década en llegar a esa etapa.

Según él, en un futuro, estos diminutos supercomputadores en un chip podrían llegar a consumir tan solo la energía de una bombilla, lo que supondría, al mismo tiempo, una enorme reducción de costes, energía, calor y espacio requeridos, y un incremento del ancho de banda de las comunicaciones.

La compañía de servicios tecnológicos IBM es también líder mundial en supercomputadores, utilizados en problemas que requieren cálculos intensivos, como la física cuántica, la predicción meteorológica y la creación de modelos moleculares.
Según Green, una reducción drástica en el tamaño y los requisitos energéticos de la supercomputación podría abrir nuevas posibilidades para un potente análisis de datos en localizaciones remotas o la renderización en tiempo real de imágenes 3D de alta resolución.

Fuente: Reuters


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