sábado 6 de octubre de 2007

Vivir con adolescentes

Vivir con adolescentes y mantener la serenidad en el hogar puede parecer una contradicción para muchos padres de adolescentes. También para muchos jóvenes, no lo vamos a negar, pero (afortunadamente para ellos), los adolescentes tienen algo que a sus padres nos faltan. Una completa y absoluta seguridad irrefutable de que:
  • siempre tienen toda la razón,
  • lo único importante es ver cumplidos sus deseos y necesidades, y
  • sus padres somos incapaces de comprender nada, y nuestro único papel es intentar fastidiar todo en una vida en la que ellos son la referente central.

Los padres, por otra parte, (desafortunadamente para nosostros), tenemos muchas inseguridades en esta nueva y extraña epoca. Siempre nos estamos preguntando si estaremos haciéndolo bien, conscientes como somos de las muchas teorías que existen sobre la educación de los hijos. A pesar de que les hablemos con contundencia, intentando disimular ante estos seres muchas veces irreconocibles (nada que ver con ese niño dócil y simpático de hace unos años, o esa niña traviesa, lista y cariñosa), lo cierto es que a menudo no sabemos si acertamos o nos equivocamos en la forma de plantearles nuestras exigencias y reglas. Pero hay que disimular, porque si por un momento notan la más mínima vacilación o duda en nuestra voz, atacarán sin piedad en un último intento desesperado de conseguir lo que pretenden en este momento, sea una moto, permiso para llegar a casa una hora más tarde, televisión u ordenador en su dormitorio, un teléfono móvil nuevo, más saldo etc. etc.

Observamos con estupor los cambios en nuestros hijos, y también en sus amigos y los tribus que estos empiezan a formar. Y sentimos muchas contradicciones. Alivio, si tienen amigos y son populares; irritación si son tan populares que siempre están por allí y no estudian nunca; orgullosos de sus logros; preocupados por sus fracasos; exasperación por su egoismo; rechazo porque la familia ya le importamos como antes; miedo cuando salen por la noche. Y por encima de todo un amor incondicional que hace que les perdonamos lo imperdonable a veces con tal de recuperar la paz familiar.

Nos cuentan que es una etapa, que luego volverán a parecer seres humanos y que este etapa entre niño y adulto también es difícil para ellos (aunque la gran mayoría sería incapaces de reconocerlo). No cabe duda que es así. Pero mientras siguen encapsulados en esta nube de la temida adolescencia, hemos decidido abrir este blog .....

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posted by Euroresidentes at 11:07

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola soy Damián y padre separado de dos adolescentes. He leido el post y puedo asegurar que seré un asiduo visitante del Blog. Educar a adolescentes es la tarea más dificil del mundo. Me cuesta trabajo creer que alguna vez fui así cuando era un adolescente. Saludos y enhorabuena por la iniciativa de este blog.

8 de octubre de 2007 12:57  

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