martes, agosto 22, 2006

Ser y Hacer

He estado leyendo un libro ‘Las Dimensiones Espirituales de Envejecer’ escrito por Elizabeth MacKinlay una mujer cura Anglicana y enfermera Australiana interesada en la vejez y el bienestar de los mayores. Hace 10 años hizo una investigación con 75 personas de mas de 65 años que vivían independientemente con el fin de averiguar mas sobre este dimensión oculta de nuestras vidas. Algunos eran religiosos y otros sin fe. MacKinlay empezó con la suposición de que cuando envejeces pierdes mucho de tu vida activa profesional pero – como he comentado en estos blogs – sigues siendo la misma persona y tu vida interior vuelve a ser mas importante que antes. Así que ‘ser’ llega a ser mas importante que ‘hacer’.

Es un libro bastante técnico y hasta ahora he adelantado tantas paginas como he leído. MacKinlay dice que ‘espiritualidad’ es una palabra con muchas significados y que se puede interpretar de muchas maneras. También es una palabra de moda y refleja nuestra retirada de la comunidad a la individualismo mientras la gente piensa mas en si mismos que el bien de los demás. Pero la necesidad para el significado y profundidad en nuestras vidas permanece y es mas importante cuando somos mayores y hemos perdido nuestros papeles anteriores de trabajador o de padres.

Tuvimos un comentario de Carlos quien acaba de cumplir 16 años, parece que fue una experiencia traumática para el. Su interés en el Budismo le ha llevado a creer que ‘la muerte no es el final sino un retorno a la juventud de una nueva primavera’. Dijo que ‘lo mas importante es intentar hacer bien y tener una conciencia tranquila’. La religión no significa espiritualismo. En la tercera edad todos nuestros problemas están causada por el hecho de envejecer y nuestro ‘chasis’ usado. Para el la muerte no existe y ser mayor es solo una experiencia en nuestra evolución.

Estoy muy agradecido por su comentarios y estoy de acuerdo con que la religión y el espiritualismo no son necesariamente los mismos pero no comparto su creencia en la reencarnación. Aunque la idea de una nueva primavera es muy atractivo. Este antitesis entre la juventud y los mayores es quizás uno de los ogros que atormentan los mayores y da la impresión de que ser joven es bueno y ser mayor es malo. Los dos son diferentes aunque hay un enlace continuo entre ambos. No somos como éramos. Esto es cada vez mas obvio. Sin embargo seguimos siendo nosotros mismos. Hablare mas de este libro en el próximo blog.

Bryan

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Leer sus comentarios ha sido de utilidad para mi y mis amigas, somos un grupo cristiano, de personas mayores de 60 años hasta 90 años he tenido el Ministerio en mi Congregación de Mujeres Viudas

3/3/07 06:12  

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