La respuesta correcta es un no rotundo. El tema ya lo hemos comentado en la pregunta sobre exámenes imprevistos (que aconsejamos leer encarecidamente), donde hemos insistido en la necesidad de no dejar para el final la preparación de los exámenes. De lo contrario se trabajará el doble -aunque parezca lo contrario- y con una efectividad muchísimo menor.
Para preparar bien los exámenes de una asignatura, un estudiante debe seguir un método de estudio eficaz y sistemático, inteligente y efectivo en sus resultados, más allá de sus percepciones, intuiciones y creencias (la mayoría erróneas).
Insistimos que dejar para un esfuerzo final el estudio de una asignatura es contravenir todas las reglas que se conocen para nuestra comprensión y memorización de las cosas. No sometas a tu cerebro a un colosal esfuerzo y tensión al que no podrá responder eficientemente. Trabaja racional e inteligentemente durante todo el curso.
El estudio y repaso de los diferentes exámenes lleva consigo una buena estrategia que a los buenos estudiantes les funciona. No las desprecies.
Enlaces relacionados: |
La habilidad para el "análisis social" pueden ser mucho más decisiva en la vida de una persona.
Es fundamental que el ambiente de la casa sea positivo para el niño.
Test - cuestionario con 20 preguntas para identificar los hábitos y métodos de estudio de tu hijo