Si las rabietas eran algo controlables antes de esta situación de no cole y 100% del tiempo con MAMA o papá, tras el confinamiento y meses en casa, se han acentuado por diez mil y, solucionarlas se hace cada vez más cuesta arriba.
La situación en casa, además de los meses confinados, está acompañada de un nuevo bebé. Hasta ahora no ha habido celos (quizá porque estábamos encerrados y siempre estábamos uno con cada uno) pero, ha llegado el momento de las llamadas de atención.
Con esta puesta en contexto os comparto nuestra experiencia con los gomets:
– Un único objetivo o recompensa. La Que más guste.
En este caso Mateo quiere un maletín de médico porque le encanta jugar a curarnos y, tiene uno en casa de los abuelos y los primos tienen otro, pero él, en casa, no puede jugar a médicos con nosotros con todos los utensilios.
Explicación: (importante resaltar que el premio es jugar con él, no comprar el maletín) – si haces xxxxxx durante xxxx días consigues que esto sea así. (Situación sencilla y explicación clara).
Seguimiento: cada vez que va a ponerse a llorar por una tontería, recordar: hoy no vas a tener gomet o, recordar en positivo, venga… que si no lloras esta noche pegas los gomet 1,2,3… o, cuando quedan pocas… venga campeón que solo quedan 2 gomets. (Mejor todo en positivo)
Se trata de que cada noche repasemos lo bien que lo ha hecho, estemos con él un rato Y vea que si él se porta bien, todo va bien. No hablar de la recompensa material, sino de lo bien que lo vamos a pasar jugando juntos, o en la piscina haciendo cualquier actividad juntos… Espero os sirva y tenga tantas ganas como pequeño Mateo de conseguir sus gomets
María P.
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