Cómo vencer la tentación

Cómo superar la tentación (y salir victorioso de ello)

Una botella de ese vino astronómicamente caro, ese bizcocho de chocolate que ves en el escaparate todas las mañanas, el chico de la oficina de enfrente con sus gafitas tan sexys. Las personas nos encontramos continuamente ante tentaciones que nos hacen dudar de si hacer ciertas cosas o no hacerlas, pero, ¿qué es la tentación?, ¿de dónde proviene?, y lo más importante: ¿cómo superarla?

vencer la tentación

¿Qué es la tentación?

La tentación es la incitación, la provocación o el estímulo que induce al deseo de algo o alguien. Lo que la diferencia de otra clase de deseos es que la tentación es el pensamiento de algo que se desea, pero que no se tiene. El deseo de algo que puede incluso llegar a ser contraproducente para nosotros, pero que, sin embargo, no puedes negarlo. Te llama y te atrae.

¿De dónde nace la tentación?

El deseo se convierte en tentación cuando nos resistimos a lo deseado. El ser humano es por naturaleza buscador de placer, y sus conductas y pensamientos no nacen con otro objetivo que buscar el placer, buscar el sentirnos bien. Pero, ¿qué hace que un objeto, persona o circunstancia despierte en nosotros la tentación?

Lo que nos hace despertar la tentación es la lucha del consciente (la racionalidad, la elaboración del pensamiento lógico) con la del subconsciente (la búsqueda del placer y del deseo, deseos primarios, viscerales). Y es cuando nos encontramos ante una situación donde debemos decidir qué hacer.

“Cruzo todas las mañanas por delante de una panadería en la que hacen unos bizcochos riquísimos, pero mi azúcar es muy alto y no sería recomendable ni beneficioso para mi salud comérmelos…¡pero es que están tan buenos!, la explosión de sabores en mi boca es indescriptible pero sé que si lo hago después tendré que pasarlo mal porque no sientan bien a mu salud. Lo he pensado mejor y voy a superar la tentación de comérmelo, ya que no me benefician en nada y no merece la pena jugar con mi salud por un escaso momento de placer en mi boca.”

«Creo que la secretaria de mi oficina es una de las mujeres más guapas que he visto, tiene un cuerpazo y unas piernas escandalosamente largas. Me ha dejado claro en diversas ocasiones que quiere una aventura conmigo; sin embargo, yo soy un hombre casado. Es cierto que me resulta imposible no fijarme en ella, en esa belleza que hipnotiza y además sé que ella está dispuesta a tener algo conmigo…Tras dos días de haber pensado he decidido que no, que no merece la pena hacer tambalear una relación en la que tanto amor y esfuerzo he aportado, en la que tengo a la mujer de la que estoy completamente enamorado y me he dado cuenta que no necesito nada más. Sí, es cierto, habría obtenido placer de esa mujer tan bella, pero ¿hasta qué punto sentir ese placer durante ese instante hubiera merecido la pena?”

He aquí dos ejemplos de situaciones en las que las personas se sienten tentadas por algo o alguien. Son un claro ejemplo de la lucha entre nuestros pensamientos más sedentarios y viscerales contra nuestros pensamientos más racionales, más elaborados y pensados.

Como se puede observar, es una lucha entre el placer inmediato y la conciencia. Es natural que ambos quieran saciar su placer, pero tras haber pensado en ello y elaborado en sus mentes una balanza con costes y beneficios de lo que les supondría hacerlas o no hacerlas, toman la decisión de una manera más racional y elaborada.

¡Pero atención!

Esto no significa que la búsqueda del placer más primario sea mala. Es más, como se ha dicho anteriormente, las personas están configuradas para la búsqueda del placer, pero también es cierto que están configuradas para algo más que para conformarse con eso. A fin de cuentas, es uno el que tiene la última palabra y el que decide qué hacer y por qué hacerlo.

¿Cómo superar la tentación?

“La única manera de vencer la tentación es caer en ella”, Oscar Wilde

A Wilde no le falta razón, pero sus palabras no son totalmente correctas. Es cierto que si uno cae en la tentación, ésta desaparece pues el motor de la tentación es lo impropio, lo que se desea pero que todavía no se tiene. Al poseerlo, ese deseo que nos tienta desaparece.

Consejos para vencer las tentaciones

Sin embargo, si caemos en la dinámica de saciar toda tentación que se nos presente nos encontraremos en un laberinto en el que nuestras conductas y pensamientos sólo conocen el placer más primario y visceral. Acabaremos siendo esclavos de nuestro propio placer, dejando la conciencia y la racionalidad aparcada. Dejando de lado lo que precisamente nos hace ser seres humanos: el uso de la razón.

Por ello:

  • Conócete a ti mismo. Es esencial conocer tus tentaciones para posteriormente poder dominarlas.
  • No huyas de tus tentaciones. Rechazar tus tentaciones es rechazar algo de ti mismo, y eso no resulta beneficioso para sentirse bien.
  • No reniegues de tus tentaciones. Huir de ellas sólo va a provocar que te acerques más aún.
  • Déjalas que entren, siente qué te provocan y actúa conforme a tu criterio.
  • Hazte dueño de ellas y que no sean ellas las que se adueñen de ti. Para ello, conócelas y con ello podrás gestionarlas a tu antojo.
  • Recompénsate siempre que hayas superado alguna tentación.
  • Sé consciente que las tentaciones no desaparecen, pero sí se acallan, ¡hazlo!

Y, sobre todo, recuerda:  no hay fuerza más potente que el poder de la mente, úsala para hacerte sentir bien y lucha contra aquello que no te lo permita.

Yo, como siempre, te espero en la próxima. Un gran saludo y un abrazo, Andrea.

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9 Respuestas

  1. Homer Díaz 6 años ago
  2. Anónimo 8 años ago
    • Andrea Méndez 8 años ago
  3. David Valle 10 años ago
    • Andrea Méndez Mollá 10 años ago
  4. Anónimo 10 años ago
    • Andrea Méndez Mollá 10 años ago
  5. Carlos Cervantes 11 años ago

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