Frases de Mafalda

Cómo olvidarnos del aniversario de esa niña que a muchos nos ha puesto a pensar en las verdaderas cosas importantes en el mundo, de la forma en que solamente ella sabe hacerlo, nos ha hablado del amor, de la educación, de la felicidad, del trabajo, etcétera. Un feliz 51 aniversario para la inigualable Mafalda.

FRASES DE MAFALDA:

Y al final, ¿cómo es la cosa? ¿Uno lleva la vida por delante o la vida se lleva por delante a uno?
¿No sería mas progresista preguntar donde vamos a seguir, en vez de dónde vamos a parar?
Sería lindo despertar un día y encontrarse con que la vida de uno, depende de uno.
No es que no haya bondad, lo que pasa es que está de incógnito.
¿Y por qué habiendo mundos más desarrollados, yo tenía que nacer en éste?
Tenemos hombres de principios, lástima que nunca los dejen pasar del principio.
Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo Importante.
¿Qué habrán hecho algunos pobres sures para merecer ciertos nortes?
Admitir que se está equivocado es el harakiri del Orgullo.
¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?
A fin de cuentas, la humanidad no es nada más que un sandwich de carne entre el cielo y la tierra.
La vida es linda, lo malo es que muchos confunden lindo con fácil.
¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?
Lo malo de la gran familia humana es que todos quieren ser el padre.
Siempre es tarde cuando la dicha es mala.
Nunca falta alguien que sobra.
Trabajar para ganarse la vida ¿Pero por qué esa vida que uno se gana tiene que desperdiciarla en trabajar para ganarse la vida?
La cosa es tomar lo artificial con naturalidad.
El mundo está enfermo, le duele el Asia.
Ni mi papá ni mi maestra dormirían tranquilos sabiendo que inculcan cosas que no funcionan.
¡Que levanten la mano los que estén hartos de ver el mundo manejado con los pies!
Como sigamos así, este país se va a ir al extranjero.
Dicen que el hombre es un animal de costumbres, más bien de costumbre el hombre es un animal.
El hombre poco a poco ha ido logrando dar rienda suelta a su libertad de limitarse.
¡Ánimo, mamá, que el día que la tierra sea del que la trabaja serás dueña de una polvareda que no te cuento!
¿Por dónde hay que empujar este país para llevarlo adelante?
¿Y si antes de hacer lo que tenemos que hacer, empezamos por lo que tendríamos que haber hecho?