La situación de los inmigrantes en España

La inmigración en España está pasando factura. El mismo día que la prensa divulgaba que el paró se incrementó en 57.958 personas durante el pasado mes de agosto -el doble respecto del año anterior-, un inmigrante rumano, en presencia de su familia se quemaba a lo bonzo enfrente de la subdelegación del Gobierno en Castellón.

Con ello quería denunciar la situación de desamparo y desesperación que padecía su familia en España tras haber sido estafados por una mafia. Quemaduras graves y una portada de los principales diarios en España. Pero ¿es consciente este país del drama de muchos inmigrantes en España? La situación de desesperación de algunos de los inmigrantes que están en España quizás empieza a ser comparable a otros muchos que llegan desde diferentes partes en mundo en las condiciones más precarias y desde la mayor pobreza.

El drama de los inmigrantes en España

Es la historia de la pobreza y la desesperación. Con el boom de la construcción y de la economía española de los últimos años, miles de inmigrantes llegaron a España esperanzados de encontrar trabajo y mejorar su nivel de vida. Algunos lo consiguieron con éxito y esto ha constituido un efecto de atracción para otros muchos inmigrantes que no entienden de coyunturas o de políticas.

Los rumanos son ciudadanos de la UE. Pero son pobres. No tienen derecho a moverse libremente en el marco de los países de la UE. En América Latina miles de inmigrantes dirigen la mirada a España, sacando partido a un idioma y un pasado común. Las empresas española crean empleos e invierten allí, pero siguen existiendo muchos pobres que anhelan un futuro mejor. España es un país rico, la octava potencia económica del mundo. Es el reencuentro de los mundos el de la pobreza y la riqueza.

El drama de Marta

Los que han tenido la suerte de encontrar un trabajo en España siguen teniendo sus dramas. Marta es una inmigrante colombiana que sufre desde hace cinco años un grave cáncer. Su estado es crítico, apenas puede ingerir alimentos. No tiene familiares que la cuiden, ni tampoco puede desplazarse a Colombia. Los médicos que la atienden le han certificado la necesidad de que sea atendida por sus hijos, dada la gravedad e irreversibilidad de su enfermedad. Marta ha intentado sin éxito la reagrupación familiar tras más de cinco años trabajando en España, primero sin papeles, después con su situación laboral y residencial legalizada.

Sus hijos esperan en Colombia que la Embajada de España en Bogotá les conceda un visado para venir a España y atender a su madre. Incluso mediando el compromiso de una empresa española de atender los gastos y dar empleo a sus hijos de 17 y 19 años el permiso para trasladarse a España no llega. Todo esto ocurre en un marco normativo como el nuestro en el que está contemplada la reagrupación familiar por motivos humanitarios… ¿a qué tipo de motivos humanitarios hará referencia la normativa española?

Cascos y camisas de fuerza para los inmigrantes

Muchas ONGs comprometidas con la inmigración conocen perfectamente estos dramas y saben de la escasasíma respuesta gubernamental a los mismos. El diario El País se hacía eco ayer de que el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha diseñado un protocolo de normas de seguridad para que los sin papeles puedan ser expulsados con camisas de fuerza y chichoneras que impidan las autolesiones y evitar la repatriación.

Escasa sensibilidad y memoria la de España. En los cincuenta, sesenta, setenta e incluso ochenta éramos un país de emigrantes. Nuestros padres, tíos, abuelos no les pusieron camisas de fuerza o chichoneras cuando iban a trabajar a Alemania o hacer la vendimia en Francia. Corta memoria…

Un país de ricos, incluso de ricos estando un gobierno socialista en el Gobierno. Sr. Rodríguez Zapatero, los inmigrantes son personas.

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8 Respuestas

  1. Anónimo 17 años ago
  2. Anónimo 17 años ago
  3. Ana 17 años ago
  4. Euroresidentes 17 años ago
  5. Anónimo 17 años ago
  6. Jemy 17 años ago
  7. Anónimo 17 años ago
  8. Anónimo 16 años ago

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