Miguel de Cervantes. Misterios de su vida

El escritor más estudiado de todas las literaturas hispánicas, mantiene todavía zonas y puntos oscuros en su biografía. Los principales misterios de la vida de Miguel de Cervantes son dónde nació y cómo adquirió su formación académica.

Miguel de Cervantes. Misterios de su vida

Desidia histórica

Su vida transcurrió entre los siglos XVI y XVII, fechas en las que ya existía una burocracia suficiente para permitirnos datar la trayectoria vital de la gran mayoría de la población de la época.

No quiere decir que todo esté a la vista, pero las investigaciones adecuadas consiguen, por lo general, aflorar destinos y vicisitudes. Mas aún si tenemos en cuenta que la figura de un escritor con cierta o bastante fama (sobre todo a partir de 1605) suele ser foco de atención y la gente de la época sabe, relata o recuerda hechos referidos a las personas afamadas.

A pesar de todo esto, las tinieblas se mantienen, pertinaces, sobre algunos aspectos de la vida de Miguel de Cervantes. Nimios unos, importantes otros.

No es demasiado significativo el lugar de su nacimiento o dónde reposen sus restos, pero son ejemplos que saltan a la vista y denotan cierta desidia histórica respecto a Cervantes en cuanto personaje real.

Dónde nació Miguel de Cervantes

Aunque esté generalmente aceptado que nació en Alcalá de Henares, existen varias partidas de nacimiento en otros lugares con el mismo nombre y en fechas próximas, todos en Castilla La Mancha: Consuegra, Alcázar de San Juan, Esquivias… Toledo.

Pero también hay otras teorías señalando como posibles patrias chicas León, Cataluña o, con más motivos, Sevilla, Córdoba o Madrid. Él mismo afirmó «ser natural» de Alcalá de Henares, pero también lo afirmó de Sevilla o Córdoba.

El gran misterio de Cervantes: dónde estudió

Mucho más interesantes son las incógnitas sobre su formación académica. ¿Estudió formalmente o no lo hizo? Si lo hizo… ¿Dónde y cuándo? ¿Qué formación recibió?

En las Universidades y Estudios Generales de su tiempo ya tenían registros de sus estudiantes que se guardaban y conservaban con cuidado, pero no se han hallado rastros del paso de Cervantes por dichos centros educativos.

Un erudito director del Archivo de Simancas manifestó haber visto un listado de alumnos de la Universidad de Salamanca donde figuraba su nombre y se sospecha, y hay quien mantiene, que pudo estudiar dos años allí, pero no existe, hoy por hoy, constancia alguna ni él se tituló nunca de Bachiller.

Por conjeturas, se apunta que pudo estudiar con los jesuítas en Sevilla o Córdoba, pero otra vez sin pruebas documentales.

El hecho es que indudablemente estudió en algún centro educativo y un afamado profesor de su época, en Madrid, se refirió a Cervantes como «caro y amado discípulo«. Sí, pero… ¿dónde y cuándo?

Podría pensarse que fue en Italia donde adquirió su formación humanística, pero otra vez nos encontramos con falta de datos y de tiempo. Sabemos que fue servidor del Cardenal Acquaviva en Roma, pero por un espacio de tiempo tan corto que resulta difícil que se pudiera imbuir de la cultura renacentista italiana.

Tan solo un año después de su llegada a Italia, encontramos a Cervantes como soldado: cinco años al servicio del Rey en Chipre, Lepanto, Navarino, La Goleta… Batallas, heridas, situaciones difíciles para imaginarlo estudiando.

Y tras las guerras, el cautiverio de Argel y España otra vez. El periodo de 1580 a 1587 parece el más tranquilo de su vida: se casa, tiene una hija, hace amistad con escritores, estrena comedias… Estudió durante estos años?

Su gran escuela: la vida

A finales de 1587 se marchó a Andalucía como Comisario de Rentas Reales, donde pasó largos y angustiosos años, de pueblo en pueblo por caminos y ventas, recaudando harina, aceite, tributos… Cárcel por deudas… Años de sinsabores, pero de experiencias muy reales. También en estos años vivió temporadas en Sevilla, la ciudad más populosa y vibrante de la Europa de su tiempo.

Esta parece ser su gran escuela: la de la vida, los bajos fondos, las cofradías religiosas y delictivas, los floridos ingenios de los poetas sevillanos… La VIDA es su gran maestra, pero no caigamos en el error, ya cometido y superado, de creer que fue un ingenio lego y que acertó por casualidad.

Ésta es la incógnita, el gran misterio cervantino ante la certeza de que es un espíritu cultivado, con profundos conocimientos de la Poética y la Retórica clásicas que constituyen preocupaciones constantes en sus obras.

Miguel de Cervantes. Misterios de su vida

Su espíritu, su estilo y su alma están muy cerca de los cánones clásicos, y su admiración y devoción por el clasicismo no es superficial, sino el resultado de estudio, de reflexión y de afinidad fervorosa. El Humanismo renacentista es su luz, mientras su oscuridad proviene del Barroco que se avecina.

Y la pregunta es: ¿cuándo leyó y estudió tanto y tan provechosamente? ¿Dónde se alimenta ese gran caudal de sabiduría tan bien asimilada, una cultura de la que no alardea ni necesita demostrar ni evidenciar, que se reconoce entre líneas, irónicamente casi siempre y paradójicamente muchas otras veces? Y lo que es ya una combinación perfecta: cultura compuesta de sabor popular y tradicional.

Hoy no se discute ni sobre la ideología ni sobre la cultura de Cervantes. No se sabrá cuándo ni cómo se formó como literato, pero es evidente que fue un escritor plenamente consciente de su arte y su obra maestra es un proyecto literario y estético emprendido con plena voluntariedad, firmeza y vehemencia, con total claridad, sabedor de la calidad y la originalidad absolutas que su obra contenía.

Todo lo cual nos hace preguntarnos una vez más… ¿Cómo fue posible? He aquí la grandeza de los genios. Ellos SÍ SABEN que lo que han hecho es perfecto.

 

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