Ahorra más, gasta menos, haz más ejercicio, adelgaza. Ya conocemos los típicos propósitos de Año Nuevo. Pero una vez que llegas a la adultez siendo mujer todo cambia. Los propósitos pasan de ser algo personal a algo casi impuesto, una norma de cómo actuar o qué aparentar.

Sí, necesito perder peso y estar más sana. Necesito comer mejor y saber hacer mis propias recetas.

Necesito ser una gran trabajadora/hija/madre/hermana/pareja/amante/amiga sin que se me corra el maquillaje. Necesito ser como los demás para ser yo misma.

propósitos de Año Nuevo para mujeres

Pero yo quiero vivir más y twittear menos. Quiero reír sin preocupaciones. Quiero dejar mis pelos crecer. Quiero pasar más tiempo haciendo cosas que me gustan y dejar de hacer las que gustan a otros.

Se acabó. Voy a dejar de ser tan dura conmigo misma ¿Y sabes qué? Que creo que tú también deberías unirte a mí. Todas las mujeres deberían unirse a mí. Nos castigamos tanto por intentar ser perfectas.

Una piel perfecta, con un maquillaje y ropa perfecta. Una personalidad perfecta, con gustos e intereses perfectos. Un currículum perfecto, con ambiciones y aspiraciones perfectas. Un perfil de Instagram perfecto, con comentarios y seguidores perfectos. Una novia perfecta, una amante perfecta con un físico perfecto. ¡Basta ya de tanta perfección!

Nosotras mismas nos ponemos contra un muro. Compartimos lo bueno en Facebook e Instagram, pero no le decimos a nadie el mal día que tuvimos hoy en el trabajo ni lo mal que nos despertamos después de una noche con migrañas. Queremos alardear de nuestra felicidad y demostrar que cumplimos con todas las expectativas inimaginables.

propósitos de Año Nuevo para mujeres

Ser mujer es un trabajo muy duro. Trabajamos 40 horas a la semana y cuando llegamos a casa sólo queremos sentarnos y relajarnos, pero hay una pareja a la que atender, un perfil que actualizar, y unas piernas que depilar. Estoy tan harta de todo esto que he decidido acabar de fingir.

No más muros, no más sentirme mal cuando no consigo algo, no más ser tan dura conmigo misma. No pasa nada si no consigo eso, no tengo la necesidad de ser perfecta. Y de hecho, tampoco quiero serlo.

Mi propósito de Año Nuevo es dejar de intentar de ser la mujer perfecta, y ser la persona que quiero llegar a ser.

Y tú, ¿te unes al propósito que te propongo? ¿Quieres dejar de ser una mujer perfecta y convertirte en la persona que realmente quieres ser?