Los profesionales del e-learning: 7 hábitos que diferencian a los mejores

¿Te gustaría ser un buen profesional del e-learning? En este artículo, recogemos 7 hábitos que diferencian a los profesionales del e-learning verdaderamente excepcionales. Deberías incluirlos en tu rutina si quieres destacar en el sector.

 

Los profesionales del e-learning

 

¿Qué es lo que diferencia a los mejores del resto? Lo primero que nos puede venir a la mente es el “talento” y, sin duda, es un factor importante, pero no es suficiente. El talento natural debe ir acompañado de una buena actitud, una gran motivación, concentración y, sobre todo, trabajo duro.

En general, los grandes triunfadores en prácticamente cualquier campo presentan dos características fundamentales: determinación por triunfar y voluntad para trabajar y aprender, con el fin de mejorar día a día. Y el campo del e-learning no es una excepción.

Es importante que te guste lo que haces y observar para aprender de los buenos. Hay una serie de costumbres o hábitos que los buenos profesionales del e-learning suelen practicar y que, poco a poco, deberíamos ir incorporando en nuestra vida hasta conseguir hacerlo de forma natural:

 

Hábitos de los buenos profesionales del e-learning que deberías incorporar para triunfar

1. Los buenos profesionales del e-learning no se dan nunca por vencidos

La perseverancia es la clave del éxito. Cuando nos marcamos un objetivo e iniciamos el camino para lograrlo, es inevitable tropezar y cometer errores, incluso vivir grandes fracasos.

Todos cometemos errores y fracasamos en algún momento de nuestra vida y, por supuesto, resulta doloroso, pero lo importante es cómo afrontamos estas situaciones: podemos hundirnos y lamentarnos por lo ocurrido el resto de nuestros días o analizar qué es lo que hemos hecho mal y aprender de nuestros errores para no volver a cometerlos en un futuro y seguir adelante, perseverando en nuestro objetivo. Esta última es la actitud de los mejores profesionales del e-learning.

 

2. Respetan todos los proyectos en los que se involucran, les gusten o no

Otra cosa que diferencia a los mejores profesionales del e-learning de los mediocres es la responsabilidad profesional. Si nos pagan por un trabajo debemos hacerlo lo mejor que podamos independientemente del trabajo. No hay proyectos ni clientes más importantes que otros, si nos comprometemos, todos deben ser igual de importantes para nosotros.

Evidentemente, siempre nos encontraremos con algún cliente difícil de tratar o algún proyecto aburrido, pero debemos mantener nuestro nivel habitual de responsabilidad. Si un cliente o un producto nos parece realmente odioso, entonces lo mejor es no aceptar el trabajo o, si ya estamos involucrados, acabar el trabajo que estemos haciendo y, una vez completado, cortar lazos y no volver a trabajar para ese cliente o proyecto, pero si decidimos involucrarnos y nos comprometemos, debemos dar lo mejor de nosotros mismos y ofrecer un producto excepcional.

 

3. Valoran el tiempo

Los buenos profesionales del e-learning saben que el tiempo es uno de los tesoros más preciados, por eso hacen todo lo posible por no perder el tiempo con tonterías y no descansan cada dos por tres para no perder la concentración en lo que están haciendo. No obstante, no perder el tiempo tampoco significa trabajar sin descanso hasta acabar agotado. Para realizar un buen trabajo necesitamos tener la mente clara y eso solo se consigue con el descanso adecuado.

Debemos encontrar un equilibrio y desarrollar adecuadamente nuestra habilidad para gestionar el tiempo, con el fin de cumplir los plazos establecidos, acudir puntualmente a las citas, etc. Valorar nuestro tiempo y el de los que nos rodean y aprender a gestionarlo adecuadamente y sin estrés nos ayudará, en general, a conseguir una gran credibilidad profesional.

 

Los profesionales del e-learning aprovechan al máximo su tiempo

 

4. No dejan las cosas para otro día

Posponer las cosas de forma habitual mata la motivación y, por lo tanto, frena nuestro camino hacia el éxito. Es importante no pararse nunca. Los buenos profesionales del e-learning no lo hacen.

Si algo en la vida nos impide ir directamente hacia nuestro objetivo quizá debamos fijarnos metas más factibles y realistas a corto plazo. Así podremos ir avanzando, paso a paso y mantener nuestra motivación y actitud. Ya alcanzaremos algún día nuestro objetivo final, lo importante es no posponer las cosas, aunque avancemos despacio debemos mantenernos en movimiento.

 

5. Se muestran abiertos a colaborar y escuchan las opiniones de los demás

La retroalimentación es fundamental para el proceso de aprendizaje, por eso los mejores profesionales del e-learning valoran los comentarios y opiniones de los demás y reflexionan sobre ellos para seguir mejorando. Ignorarlos sería como decir: “no tengo nada más que aprender” y eso es igual a quedarse estancado.

Es fundamental hablar con otros profesionales del sector para compartir experiencias y aceptar las críticas constructivas como parte de nuestro aprendizaje.

 

6. Se dan a conocer en Internet y establecen conexiones con otros profesionales del e-learning

Comunicarnos con otros profesionales del sector, además de ser una fuente importante de aprendizaje (especialmente si tienen más experiencia que nosotros), también nos permite establecer una red de contactos que podría traernos nuevas oportunidades en un futuro.

Participar de forma activa en la comunidad de e-learning es fundamental para darnos a conocer y establecer relaciones con otros profesionales con intereses similares a los nuestros. Ir a conferencias de e-learning, publicar de forma activa en LinkedIn, establecer conexiones con otros profesionales del e-learning a través de Facebook y Twitter… Al igual que en otros campos, las relaciones son la clave del éxito. Esas relaciones pueden aconsejarnos cuando nos encontramos con algún problema y darnos acceso a nuevas oportunidades laborales.

 

7. Adoran su trabajo

La mayoría de los profesionales del e-learning que alcanzan el éxito adoran su trabajo. Aunque en realidad, se podría aplicar esto a cualquier otro campo: cuando algo nos apasiona no nos cuesta nada dedicarle nuestro tiempo, energía y recursos. Por eso lo ideal sería que a todos nos apasionara nuestro trabajo.

Pensemos por un momento en lo que hacemos para ganarnos la vida. ¿Lo haríamos gratis? Si la respuesta es “sí”, no sólo somos muy afortunados, sino que probablemente acabaremos destacando en lo que hacemos porque lo haremos con pasión y esa pasión hará que nos resulte muy fácil trabajar y esforzarnos por mejorar día a día a lo largo de nuestra vida.

Si la respuesta es no, quizá deberíamos pensar detenidamente qué nos apasiona en realidad y enfocar nuestro futuro en esa dirección. La pasión es lo único que no podemos crear nosotros mismos, no depende del empeño o de la práctica. Se siente o no se siente.

Lo que sí depende de nosotros es descubrir qué es lo que nos apasiona e ir a por ello. Si sentimos verdadero placer en lo que hacemos nos sentiremos plenos y seremos más felices, además de mejores profesionales.

 

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